jueves, agosto 30

Las evidencias documentales


Nota de EFE en La Raza, de Chicago
Nota de EFE en La Opinión de Los Ángeles
Nota de EFE, en El Diario, de Nueva York
Nota de EFE en Yahoo, España
Nota de EFE en El Litoral, de Santa Fe, Argentina

Julián Rodríguez Marín


México, 28 ago (EFE).- Los gobiernos mexicanos de Gustavo Díaz
Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría (1970-1976) usaron numerosos
instrumentos para el control de los medios, lo que supuso otra
"guerra sucia" junto a la represión a disidentes, dijo a Efe el
investigador Jacinto Rodríguez Munguía.
El también escritor acaba de publicar el libro "La otra guerra
secreta. Archivos prohibidos de la prensa y el poder" (Random House
Mondadori, 2007) en que revela los sistemas utilizados por estos
gobiernos, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para
"domesticar" a los medios.
Tras varios años de revisión de miles de documentos oficiales,
que fueron conservados pese a las ordenes presidenciales de destruir
evidencias, Rodríguez relató cómo los gobiernos vigilaron
puntualmente todas las expresiones de cada medio y de cada
periodista.
El investigador explicó que el Gobierno dio todo tipo de
facilidades a los medios y comunicadores "amigos", como subsidios
indirectos.
La entrega de publicidad oficial fue otro de los mecanismos
usados para apoyar o castigar a los periódicos.
Entre los casos más notorios de represión en la década de los 70
estuvo la desaparición del "Diario de México" o el boicot contra
"Excelsior" cuando estaba dirigido por Julio Sherer, quien fue
expulsado de ese diario tras un golpe promovido desde el poder en
1976.
Asimismo, el libro de Rodríguez incluye copias de cartas,
escritos de diversos periodistas, muchos de ellos aún en activo, que
revelan los vínculos cercanos que mantenían con los altos
funcionarios.
En su investigación, el escritor recogió las evidencias
documentales -oficios, fichas, notas, cartas- que demuestran cómo se
controló y sobornó a comunicadores mediante la inclusión en nóminas
secretas, entregas de dinero, regalos, privilegios, acceso a la
información o favores personales, todo a cambio de ocultar temas
incómodos para el Gobierno.
El investigador recordó que el gobierno tenía la regla de no
guardar ni listas ni recibos de los pagos a periodistas, pero
algunos funcionarios conservaron documentos sobre las cifras
entregadas a medios y comunicadores en las que aparecen los nombres
de los mayores diarios del país, algunos de sus directores,
redactores y reporteros.
Entre los períodos de mayor control contra la prensa, Rodríguez
citó el conflicto juvenil estudiantil en 1968, cuando el gobierno
ocultó la información de las protestas masivas, de los actos de
represión, encarcelamiento y desaparición de numerosos activistas.
En particular, los medios silenciaron o dieron sólo la versión
oficial de la matanza del 2 de octubre de ese año, cuando el
Ejército mexicano disparó contra un mitin de estudiantes en la plaza
de las Tres Culturas en Tlatelolco, en la capital, con un saldo de
tres decenas de muertos, aunque informes no oficiales lo elevan a
unas 400 víctimas mortales.
"Estamos hablando de los movimiento sociales más fuertes de los
años sesenta, que se cerraron con el 2 de octubre del 68 y luego el
surgimiento de una guerrilla, tanto urbana como rural que es
totalmente invisible", indicó .
El autor consideró que esa historia no se encuentra documentada
en ninguno de los medios de comunicación de la época.
Aseguró que esos métodos se mantienen hoy en día y consideró que
muchos medios mantienen una actitud crítica con el poder como arma
de negociación. EFE

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