viernes, septiembre 21

Este control debe alcanzar calidad de arte


Jorge Zepeda Patterson

16, sept. 2007


Jacinto Rodríguez publicó hace unos días el libro La otra guerra secreta, en editorial Debate, una investigación a partir de los archivos secretos de Gobernación de los años 60 y 70. En él da cuenta de la manera en que el Estado controlaba a la opinión pública mediante represión, censura y cooptación de la prensa y los medios electrónicos. En el libro se incluye un manual de Gobernación encontrado en el Archivo General de la Nación que da elementos para construir una tiranía invisible. Dominar y adormecer a la opinión pública de tal forma que: “Bajo esta condición (el control de los medios), una democracia como la mexicana puede obtener niveles de control popular equivalentes a los que lograría por la violencia y el terror una dictadura…”. Y continúa: “Por la acción de la propaganda política podemos concebir un mundo dominado por una tiranía invisible que adopte la forma de gobierno democrático”. Y sigue la recomendación: “Las dictaduras reprimen por la fuerza las ideas y las expresiones populares. En un gobierno democrático, este control debe alcanzar calidad de arte, toda vez que intente manejar ciudadanos libres…”.

Para muestra una tarjeta de Moya Palencia a Echeverría: “…podría fijarse en la opinión pública el ya extendido rumor de que (el periodista) Mario Menéndez está al servicio de la CIA o de algún organismo semejante…” y termina sugiriendo que una organización membrete publique un desplegado en contra del entonces director de la revista ¿Por Qué?. El caso de Lydia Cacho y otros periodistas y miembros de ONG cuya imagen pública se intenta desacreditar, mostraría que la tiranía invisible es una noción desempolvada y puesta en operación por la nueva derecha. La pregunta es saber de quién es la mano que mece la cuna: ¿Gobernación? ¿Los Pinos?

No hay comentarios: