viernes, marzo 20

En: Unión Rebelde Zapatista




En las montañas de Guerrero fue el ejército, en la ciudad, la Dirección Federal de Seguridad. En los dos casos, el mismo objetivo: exterminar a los subversivos, a todo vestigio de guerrilla, a todo aquel que desafiara el poder del Estado.
En la versión sin "editar" del informe de la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado de la PGR que emeequis dio a conocer en su edición pasada, se encuentran muchas de las claves de las peores horas de la Guerra Sucia en México.
También está la otra cara de esos años, la de las ciudades donde se activaría también un fino mecanismo de Estado para espiar, infiltrar, controlar, detener, torturar y liquidar a cientos de mexicanos. La estrategia contra la guerrilla urbana fue quirúrgica. El Plan Secreto de Operaciones "Silenciador" muestra muchos de sus detalles.
Y, de nuevo, las palabras se amontonan, se enciman hasta formar un retrato oscuro de aquellos días: tiros de gracias, ejecuciones extrajudiciales, clavos calientes en las rodillas, desaparecidos, crímenes, orden de eliminación, tortura sicológica… la lista es larga, como los excesos.

Por Jacinto Rodríguez Munguía

La siguiente habrá de quedar como una de las imágenes más contundentes en la memoria de la Guerra Sucia del Estado mexicano: un inmenso y detallado esquema de la estructura de los grupos guerrilleros que Miguel Nazar Haro presumía sobre la mesa de la sala de juntas de sus oficinas de la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Una pieza armada por una mente meticulosa, una pieza de orfebrería en la que estaban retratados el miedo, el pulso y el aliento de la guerrilla urbana.
No había posibilidad de que algo estuviera fuera de control. En ese organigrama estaban, a detalle, la historia, los nombres, las líneas de las vidas y los destinos pinchados con alfileres.
Si la guerrilla se movía, Fernando Gutiérrez Barrios lo sabía; si la guerrilla planeaba un asalto, Miguel Nazar Haro lo sabía; si los guerrilleros hacían el amor, Luis de la Barreda lo sabía, si la guerrilla respiraba, Luis Echeverría, José López Portillo, todos, lo sabían. Controlaban las venas de la guerrilla urbana.
Mientras en Guerrero el ejército arrasaba poblaciones completas, en las ciudades eran otros cuerpos los que hacían el trabajo sucio. La Federal de Seguridad, la Brigada Especial o Brigada Blanca, el Grupo Jaguar y una selecta agrupación de militares, tenían como objetivo borrar de la tierra a los integrantes de la guerrilla urbana, en particular a la Liga Comunista 23 de Septiembre (la Liga), formada por varios grupos levantados en armas desde marzo de 1973.

Nazar Haro. Fue muy activa su colaboración con el ejército en la Guerra Sucia.


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Estos son fragmentos de las otras historias incluidas en la versión no censurada del informe sobre la Guerra Sucia elaborado por la fiscalía especial para investigar los crímenes del pasado de la PGR, que emeequis dio a conocer en su edición pasada. En esa versión, cuyo texto completo está disponible en la página web de este semanario ( www.eme-equis.com.mx), siguen sin leerse cientos de líneas de información inédita:
Ahí está, por ejemplo, el modelo seguido para romper los eslabones de la organización guerrillera de la Liga a partir de observar cómo se distribuía su periódico oficial, Madera. También se ilustran técnicas de tortura tan crueles como la siguiente: "Les clavan clavos calientes en las rodillas y los atormentan hasta arrebatarles su vida".
O los detalles de una estrategia refinada para eliminar a los integrantes de las organizaciones guerrilleras: El Plan Secreto de Operaciones Silenciador. Éste, cuya ejecución se encargó a militares y agentes de la DFS, tenía un objetivo: combatir a los guerrilleros, hostilizarlos, desarticularlos y aniquilarlos.
El informe, realizado por quienes hasta hace unas semanas eran investigadores adscritos a la Dirección, incluye una minuciosa descripción de cómo los agentes de la policía política de México, cuyos directores fueron Fernando Gutiérrez Barrios, Miguel Nazar Haro y Luis de la Barreda, armaron una red de informantes e infiltrados que le permitían saber todo de ellos.
Establecieron un sistema de vigilancia y cercamiento a las diferentes células que se generaban; sus agentes se ganaban la confianza de los activistas sociales y lograron penetrar las nacientes organizaciones armadas, hasta llegar incluso a sus órganos de dirección nacional.
"La presencia de agentes infiltrados tendría en la guerrilla objetivos como la identificación de los liderazgos nacionales, influir en las contradicciones internas y en la definición estratégica y táctica de sus decisiones", dice.
El mejor ejemplo de infiltración sería la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Revela el informe que durante la conformación de ese grupo, por lo menos dos agentes de la DFS participaron en su reunión constitutiva, e incluso uno de ellos formó parte del Buró Político de la Dirección, el mismo que tomaría parte en la decisión de ejecutar los secuestros del cónsul británico Anthony Duncan Williams y del industrial Fernando Aranguren Castiello.
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El informe establece a detalle la organización que seguirían en lo general los grupos guerrilleros y, en particular, la Liga, lo que en gran medida dificultó el control inmediato de la organización: "La forma y la disciplina partidaria adoptadas dificultan mucho la labor policíaca y militar de penetración, ubicación y eliminación de los elementos revolucionarios, pues no basta con detener y obligar a través de la tortura a dichos dirigentes a dar la información existente, pues no basta conocer cada uno de los pormenores del trabajo, lo que permite la fuga de los demás compañeros y la reorganización de los equipos y estructuras".
Pero ese muro se fue resquebrajando. Pronto detectarían, por ejemplo, la función que tenía el órgano oficial de difusión, Madera, como modelo de organización guerrillera.
Cuando la DFS, se explica en el documento, descubrió que la actividad de la Liga giraba en torno a la edición y distribución de Madera, diseña y perfecciona un sistema de operativos para ubicar, infiltrar y detener a los comités de prensa, en particular a sus consejos de redacción, que a partir de 1975, cuando se disuelve la Liga, se convierten en los verdaderos órganos de dirección de la organización.
"La DFS y luego la Brigada Blanca y el Grupo Jaguar, organizan a las diferentes corporaciones policiales y militares del país para detectar la 'repartiza' o distribución de Madera y contribuir a la eliminación de la LC23S… Para combatir su difusión y lograr la detención de los brigadistas desarticulando sus células, la policía monta rutas móviles de patrullas y helicópteros para darle gran movilidad a los agentes; detecta horarios y rutas en que los obreros circulan masivamente en las entradas y salidas de sus trabajos, así como de los transportes públicos, e incorporan a dichas rutas más policías de civil que simulan ser trabajadores que venden periódicos, frutas u otras mercancía; dotan de más patrullas, muchas de ellas sin logos que identifiquen a la corporación, que realizan rondines; incorporan agentes en fábricas, como trabajadores y en escuelas, como estudiantes, con la tarea central de observar los movimientos internos de centros laborales y educativos que van siendo detectados".
Cuando lograban detener a un guerrillero, el objetivo inmediato de la tortura era conseguir información respecto a los mecanismos de comunicación de las brigadas con los comités y de éstos con los órganos de dirección nacional.
Elena Poniatowska
Fox debe aceptar que el genocidio se maquinó desde el gobierno
Es obvio que el presidente Vicente Fox debe reconocer que desde el gobierno mexicano se maquinó la Guerra Sucia, así como debería reconocer que los hijos de Marta Sahagún hicieron negocios al amparo del poder.
Seguramente esto último no lo admitirá, ya lo ha estado negando, pero sí debe hacerlo con la Guerra Sucia. Sería un punto a su favor al final del sexenio, porque un presidente que reconoce actos como estos, ennoblece a un país. De no hacerlo, México perdería.
Luis Echeverría actúo como presidente de esa fecha, como un político del PRI de esos años. Y, como sea, ya ha sido sentado en el banquillo de los acusados, se le han amargado sus últimos días de vida.
Respecto al ejército no puedo generalizar, no puedo decir que todos los militares son culpables. Ellos recibían órdenes, finalmente. Pero existen otros que sí deben ser juzgados, como en su momento les ocurrió a Francisco Quirós Hermosillo y a Arturo Acosta Chaparro, generales, además, ligados al narcotráfico.
Desconozco si este informe será rasurado por el fiscal Ignacio Carrillo y al presidente Fox se le dará una versión ligth. No tengo ninguna información al respecto. La copia que yo tengo, me dijeron, era el original, el que iba a darse a conocer.
¿Qué debemos esperar después de este informe sobre lo ocurrido en Guerrero? Ponerle fin al autoritarismo. No queremos que ocurra otro Tlatelolco, no queremos gobernantes autoritarios que exterminen a sus opositores. Queremos libertad.
(Entrevista: Alejandro Almazán)


Las casas de seguridad, donde vivían los militantes profesionales y se almacenaban armas, explosivos y municiones, se convirtieron en uno de los objetivos prioritarios de la policía política. "La mayoría de estas casas es descubierta a consecuencia de los informes de la cadena de mando intermedia, tras sufrir una tortura brutal física y sicológica. Ubicado el domicilio, se montan operativos que contaban con una enorme superioridad de fuerza de asalto que culminan con el allanamiento de la vivienda a sangre y fuego; a pesar de la resistencia ofrecida por los moradores la mayoría de las veces caen con vida, son trasladados al Campo Militar Número 1 (CM1), torturados para obtener más datos que permiten ubicar citas y casas de seguridad, los cuales permiten a su vez nuevas detenciones.
"En función de su jerarquía o posible detención de algún alto dirigente, se daba la orden de eliminación —no se intentaba siquiera que los activistas se rindieran, sino se abría fuego directamente en contra ellos para asesinarlos y después presentarlos como muertos en combate—. Sus cadáveres presentan un tiro de gracia en la cabeza, que queda como claro indicio de su ejecución extrajudicial. Otros eran detenidos para ser trasladados posteriormente a una cárcel clandestina o al CM1, donde eran sometido a brutales sesiones de tortura, muchas de ellas hasta la muerte. Muchos quedaron como desaparecidos. Los pocos que sobrevivieron fueron encarcelados o recobraron su libertad después de permanecer desaparecidos muchos meses y han aportado su testimonio que permite documentar estos crímenes de lesa humanidad cometidos por la Brigada Blanca y otros grupos policiales y militares contrainsurgentes".
A pesar de sus intentos por impulsar tres focos guerrilleros revolucionarios rurales, como el denominado Cuadrilátero de Oro, en la confluencia de Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Durango; otro en Oaxaca y uno más en Guerrero, la Liga difícilmente rebasaría los niveles básicos de organización. "En algunos casos, como en Guerrero, ni siquiera logro trascender la fase I, que tenía que ver con organizar, educar, infiltrar otras organizaciones… (La Liga) no pudo convertirse, por sus propias contradicciones internas, en el brazo armado del pueblo. Con la escasa fuerza que acumularon no tenía posibilidad alguna de ganar la partida, ni a la policía ni al ejército".

Fernando Gutiérrez Barrios.
Poseía toda la información sobre la guerrilla.

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La respuesta de los aparatos policíacos sería efectiva. "La policía se mueve con toda libertad para incomunicar, torturar, someter a todo tipo de vejaciones e incluso violaciones y presentar cuando quiera a los detenidos —sean rebeldes o sus familias o sus amigos detenidos—. Todos ellos fueron conducidos a cárceles clandestinas y cuarteles militares, particularmente el CM1. La LC23S ahonda su militarismo donde está en evidente desventaja en relación con el Estado. Descuida su trabajo político e incrementa sus operaciones de asaltos a bancos y establecimientos comerciales en Nuevo León, Jalisco, Ciudad de México y Durango. También continúa matando policías en las principales ciudades del país. Esta cadena delictiva por ambas partes produce más detenidos y muertos en combate".
El informe explica: a cada acción de la guerrilla se dio una reacción de mayor fuerza de los órganos de seguridad del Estado. La policía desarticuló brigadas completas en Durango, Sinaloa, Jalisco, Veracruz, Oaxaca. Las operaciones para aniquilar los reductos de la Liga se concentraron en Sonora y en Oaxaca, tanto en las ciudades como en la sierra.
Importantes dirigentes nacionales, como Carlos Rentería Rodríguez, fueron emboscados y muertos. Él, en junio de 1976. El combate contraguerrillero se intensificó en Jalisco y el DF. La Liga fue golpeada en varios casos con detenciones masivas, como la ocurrida en febrero de 1974 en Sonora cuando fueron detenidos 16 de sus militantes.
Peor aún, la condición de derrota que se vivía los llevó a la ejecución a sus propios compañeros, que fueron acusados de ser 'agentes de la policía'. La situación terminó siendo desastrosa para la Liga, a lo que se sumó el genocidio de sus integrantes detenidos y desaparecidos, como Rodolfo Reyes Crespo en diciembre de 1973. En noviembre de 1974, los operativos militares realizados en la selva de Chiapas y en la sierra de Sonora también desarticulan a la guerrilla rural emprendida por la Liga.
En esa ruta quedaría el rojo 14 de febrero de 1974. Esa tarde-noche, en menos de seis horas, guerrilla y ejército mostrarían sus fases más violentas. El primer golpe vendría de parte de la recién creada Brigada Roja, el grupo de elite de la Liga, que embosca a la escolta militar de resguardo del tren que circulaba por Xalostoc, Ecatepec. Unas horas más tarde, el ejército y agentes de la DFS toman por asalto la casa de seguridad de las Fuerzas de Liberación Nacional en Nepantla, estado de México. Ese mismo día se inicia en Chiapas la Operación Diamante para capturar a miembros de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), grupo donde se localizan los orígenes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Vendrían días de fugas y persecuciones y bajas permanentes en todos los frentes.
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Con la llamada Operación Ratonera, la DFS asestaría golpes efectivos a la Liga. El método era sencillo. Los agentes allanaban las casas de seguridad en la madrugada y, a pesar del enfrentamiento, ocupación y detención de los guerrilleros, el operativo pasaba inadvertido. Dejaban una guardia en el interior con el apoyo discreto fuera del domicilio y sólo era cuestión de esperar a que otros integrantes de la célula llegara a la casa y caer en la "ratonera". Con este método se daría el golpe más duro a la liga, cuando en Jalisco es detenido y asesinado el dirigente nacional Pedro Orozco Guzmán.
El informe es irrebatible: "Se enfrenta con los agentes y cae herido. Es trasladado a un hospital, donde, al ser detectada su verdadera identidad por Miguel Nazar Haro, es asesinado. Ni los heridos convalecientes o recién operados se salvan de los 'interrogatorios' de la policía".
En enero de 1974 se inflige otro golpe a la Liga: Salvador Corral García y José Ignacio Olivares Torres, dos de sus dirigentes político-militares más importantes, son detenidos en Mazatlán, Sinaloa, y luego trasladados al CM1. Ambos son torturados con variantes y nuevos métodos de los que se usaban en Guerrero. "Les clavan clavos calientes en las rodillas y los atormentan hasta arrebatarles su vida".
Un mes después aparece en Guadalajara el cadáver de José Ignacio y en Monterrey el de Salvador García. La policía filtra, entre los guerrilleros que estaban detenidos y luego liberados, la información de que las detenciones de éstos había sido resultado de la infiltración de sus agentes.
"Ante el activismo desplegado por la Liga, la DFS y el ejército reaccionan con una violencia desproporcionada. El 16 de julio de 1974 inician la cacería para detener y desaparecer a seis integrantes de una familia en Michoacán, la mayoría de ellos militantes del Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR)".
Las muertes de Pedro Guzmán Orozco, de Ignacio Olivares Torres, de Salvador Corral García, entre otras, así como la ejecución de Manuel Gámez García, y la detención-desaparición de Ignacio Salas Obregón en abril de 1974 descabezan a la organización.
"El control y la eliminación de los guerrilleros se extiende a la propia penitenciaría. El 23 de mayo de 1974 es asesinado en la Cárcel Preventiva de la Ciudad de México el doctor peruano Pedro Miguel Morón Chiclayo, militante de la Brigada Roja. Nazar Haro lo había amenazado y sentenciado a muerte. Meses después, agentes de la DFS sacan de Lecumberri, donde se encontraba sujeto a proceso, a Wenceslao José García y lo desaparecen".
Las profundas contradicciones entre grupos guerrilleros en cuanto a tácticas y estrategias, objetivos y métodos de la guerrilla, llevan a la ruptura definitiva de la Liga. El informe lo ve así: "El carácter militarista y sectario que adoptó la condujeron a fracturas internas de su membresía y alejarse de la sociedad, los condujo a cometer errores estratégicos que posibilitaron la derrota de la guerrilla".
Llegó entonces una hora negra para los grupos armados. Entre 1974 y 1977 la Liga perdió en todo el país a muchos de sus cuadros militares más experimentados y su dirección nacional es desarticulada. Los grupos que la integran también son desarticulados temporal o definitivamente tras la caída masiva de cuadros, líderes y contactos. La Liga deja de tener producción teórica, los órganos de dirección quedan rebasados por las urgencias cotidianas y la presión policiaca los lleva a su terreno en que las acciones militaristas los minan al ser sistemáticamente golpeados.
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Para 1978 a los aparatos de represión les sobraba poder y hambre de violencia. Para entonces la Liga había entrado ya en su fase terminal, se fueron sobre los desprendimientos de guerrilla que comenzaron a darse.
Un caso que documenta este informe, novedoso para la historia, es la creación del Plan Secreto de Operaciones Silenciador. Según el reporte del entonces director de la DFS, Javier García Paniagua, hijo de Marcelino García Barragán, secretario de la Defensa en octubre del 68, el Plan Silenciador tiene como objetivo aniquilar al grupo clandestino Unión del Pueblo, que operaba en Oaxaca, Guadalajara y el Distrito Federal.
Siguiendo del modelo de la Brigada Blanca diseñada por Miguel Nazar Haro para exterminar a la Liga, el comando ejecutor del Plan Silenciador estaría integrado por cuatro grupos antiterroristas.
Esta es su descripción: "Cada uno de los grupos se constituyó con diez elementos de la DFS, cinco de la Policía Judicial Federal Militar y diez por cada una de las zonas militares involucradas. Cada grupo estaría constituido por 25 elementos: en total 100 agentes…
"…Es un grupo distinto pero coordinado con la Brigada Blanca. Se les dio instrucciones de detener a los activistas de preferencia vivos para poderlos interrogar y obtener mayores informes de la organización, detectar militantes, simpatizantes y a sus dirigentes, para poder realizar nuevas detenciones… Se les dotó de una lista con el nombre de los principales prófugos de la UP; se les proporcionó los recursos financieros para cubrir todos los gastos económicos necesarios".
Lo que quedaría de la UP, devendría después en el Partido Obrero Clandestino Unión del Pueblo (Procup), haciendo alianzas después con el autodenominado Partido de los Pobres (PdlP) y estos a su vez, son parte de los orígenes del Ejército Popular Revolucionario.
Esta es la lectura que presenta el informe del papel de la Brigada Especial. Cuando la Brigada no podía ubicar a los militantes que se encontraban en la clandestinidad, secuestraba a sus familias, en particular al padre o a la madre, en algunos casos eran detenidos todos los familiares cercanos, de sangre y políticos y los convertía en rehenes del Estado. Les robaban sus pertenencias –al igual que con los detenidos cuando se catean sus casas– que le quedaban a la policía como si fueran "botines de guerra", con los que se justificaba el saqueo.
"Los detenidos eran vejados, torturados, chantajeados, amenazados, violados, robados, incluso unos mueren en medio del tormento. Cuando recuperaban su libertad, el daño moral, social, económico y sicológico estaba hecho ya para siempre. Ninguna autoridad se hacía responsable, a pesar de que se acudía a presentar denuncia, el sistema judicial ni siquiera aceptaba la querella. Impunidad total, dolor, resentimiento e impotencia. La justicia ha estado ausente".
Al final, el documento deja algunas reflexiones:
"A partir de 1975 las operaciones de contraguerrilla buscan no sólo desarticular a los grupos armados sino su exterminio. Los grupos rebeldes, bajo una visión del mundo colectiva, con normas de vida, estudio, propuesta político-ideológica, hábitos, moral y ética, lazos familiares y cultura claramente definidos, como grupo social, son combatidos con fuerza desproporcionada.
"A partir de ese momento, la Brigada Especial en particular, no intenta desarticularlos sino eliminarlos; los que caen en sus manos y son considerados como parte de la guerrilla dejan de ser puestos a disposición de autoridad judicial competente. Se les desaparece o los presentan como muertos en combate aun cuando hayan sido ejecutados extrajudicialmente.
"Ninguna autoridad judicial cuestiona la actuación de la policía y del ejército. El ejecutivo niega conocimiento de los casos, pero le otorga a la Brigada Especial total impunidad, apoyo económico y recompensas. La policía y ejército destinaron siete mil efectivos para realizar labores de investigación y detención de los militantes de la Liga".
La eliminación de una familia
El mismo guión de terror se aplicaría tanto a grupos como a los guerrilleros y sus familias. Eran las operaciones quirúrgicas contra la guerrilla, confía un sobreviviente. La suma de ejemplos en el informe es amplia, uno de ellos ocurrió Torreón, Coahuila, el 9 de abril de 1979.
En este, centenares de soldados y agentes de la Brigada Blanca, DFS, Policía Judicial Federal y Policía Judicial del Estado toman por asalto las casas de seguridad del MAR, donde se encuentran los profesores Humberto Zazueta Aguilar, Berta Alicia López García, Lorena Zazueta Aguilar, Tania Zazueta López (dos años de edad, hija de Humberto y Berta), Armando Gaytán Saldívar, Elda Nevárez Flores y Margarita Aguilar Villa.
"Todos son sometidos a brutales sesiones de torturas en el Campo Militar de Coahuila y posteriormente en el CM1. No se salva ni la pequeña Tania, que es atormentada con descargas eléctricas en todo su cuerpo en presencia de sus padres, a fin de que delaten toda la infraestructura material y humana existente de la organización".
Ese mismo día se montó un impresionante dispositivo para detener a los profesores Elín Santiago Muñoz y José Luis Martínez Pérez, dirigentes nacionales del MAR. La historia de José Luis, aunque fragmentada, debe rescatarse en este recuento, como ejemplo del resto de los casos que recupera el informe.
"En 1970 se incorporaría al naciente MAR; y de ahí una larga carrera dentro de organizaciones guerrilleras. "José Luis se casó con Laura Elena Gaytán Saldívar en 1975. Su hijo 'Inti' nace al año siguiente. Desde 1972 era buscado intensamente por todas las corporaciones militares y policiales del país. Su primer hijo, nacido de Armendáriz Ponce, como secuelas de lo que vivió su madre en la cárcel y resultado de las presiones durante años, se suicidó en los primeros años del 2000.
"En el transcurso de la mañana ambos caen en la trampa al llegar a la casa de seguridad. Elín Santiago Muñoz, que conducía el vehículo, murió acribillado detrás del volante mientras que José Luis logró salir del automóvil y responder a las descargas. Sus cuerpos, junto con los demás miembros detenidos de la dirección nacional del MAR y sus familias, fueron trasladados bajo un fuerte dispositivo militar al CM1, en la Ciudad de México.
"No les entregaban los cuerpos, que tenían secuestrados en el Servicio Médico Forense de donde fueron rescatados cuatro meses después por sus familiares, porque tenían el tiro de gracia. El saldo del operativo fue de dos muertos y nueve detenidos en cárceles clandestinas. No hay registro de que los bienes confiscados –un millón quinientos mil pesos en efectivo, diez carros y armas de distinto calibre– hayan sido puestos a disposición de autoridad competente por lo que se presume que fue 'el botín de guerra' de los comandantes de la Brigada Blanca".
(Jacinto Rodríguez Munguía)

Sergio Aguayo
La Femospp, epitafio desdibujado
La mejor imagen que tengo luego de la publicación del borrador sobre la Guerra Sucia, es la de un epitafio desdibujado y poco elegante del compromiso no cumplido por el Estado mexicano de dar verdad, justicia y reparaciones a la sociedad y a las víctimas de abusos a los derechos humanos.
Hay varias preguntas, algunas de ellas son: ¿por qué si el documento estuvo terminado desde diciembre, no había sido entregado a la procuraduría, ni a la presidencia: qué estaba esperando el fiscal?, ¿Qué? No lo sabemos. Mientras tanto, lo cierto es que el informe corría el riesgo de extraviarse o de ser corregido y así perder algo de la esencia con la cual había sido escrito.
Este documento salió, fue filtrado, lo que sea, desde la fiscalía a emeequis primero y después al New York Times y al Nacional Security Archive, hasta donde estoy enterado, porque gente del interior de la fiscalía no quería que el informe se perdiera en alguna gaveta; es decir, no tenían confianza en el fiscal para que éste realmente manejara el informe con la intención con la cual se había escrito. El informe fue un balde de agua fría para la fiscalía y para el Estado mexicano. Otras de las cosas que refleja la publicación de este borrador en México y medios internacionales como New York Times, es la descomposición dentro de la fiscalía. Lo otro y que no se debe soslayar, es que el informe es, en efecto, un borrador que está basado en documentos oficiales que esclarecen una serie de responsabilidades muy graves en el Estado mexicano.
Sólo le quedan unos meses al gobierno de Fox y ya no hay tiempo de hacer nada más, lo que podemos esperar es la intervención de la PGR para garantizar la integridad de los expedientes y archivos, porque con este desorden demostrado por la filtración, pueden perderse documentos fundamentales para reconstruir parte de la historia.
Posteriormente será necesario un comité de especialistas mexicanos y organismos internacionales que hagan una valuación de lo que hizo mal y lo que hizo bien la fiscalía, ya que una historia tan compleja requiere de un ejercicio interdisciplinario que dote de sentido la información. Si se quiere actuar responsablemente, la única salida que le veo es ésta y esperar el seguimiento que decida darle el siguiente gobierno.
¿Todavía puede reparar algo de estos fracasos el gobierno de Vicente Fox? No, ya se acabó el tiempo. Le quedan unos meses a este gobierno y apenas habría tiempo para sellar la fiscalía, para ponerle sellos de clausurado y que nadie entre ni salga, y nadie saque una hoja de papel, para hacer un inventario rigurosísimo de qué es lo que hay ahí dentro, para saber exactamente en qué se gastó dinero y a partir de ahí, eso es lo cuantitativo, esa es la parte simplemente de resguardar documentos que pueden ser… o testimonios que pueden ser fundamentales para reconstruir parte de la historia… es aquí donde regreso al punto de partida, este sexenio no cumplió ni verdad, ni justicia.
(Entrevista: Jacinto Rodríguez Munguía)




Miguel Nazar Haro fue construyendo este organigrama a partir de las confesiones arrancadas bajo tortura, aunque aseguraba que la base de este había sido confiscado a Ignacio Salas Obregón, uno de los fundadores de la Liga Comunista 23 de Septiembre.



Historia confidencial, las nóminas secretas de Gobernación
Jacinto R. Munguía, Limac, 2004
Investigación realizada a partir de los documentos de los aparatos de seguridad durante la Guerra Sucia, que desde 2002 se encuentran a disposición pública en el Archivo General de la Nación. El investigador da cuenta del uso que la Segob hizo del erario para solventar las actividades de la Dirección Federal de Seguridad y de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales: espionajes, persecuciones a civiles y nóminas secretas millarias cuya finalidad se desconoce. El libro reproduce manuales de adiestramiento y entrevistas a Florencio Salazar y Nicéforo Guerrero que, en la preparación del libro, aún detentaban cargos públicos.
Cementerio de papel
Fritz Glockner, Ediciones B, 2004
Novela de ficción donde el asesinato de una trabajadora del AGN puede esclarecerse a partir de los documentos que ahí se resguardan. En el viejo Palacio de Lecumberri, escenario de torturas durante el tiempo que funcionó como cárcel, vuelven a escucharse las historias que desembocan en la muerte.
Los patriotas, de Tlatelolco a la Guerra Sucia
Julio Scherer García y Carlos Monsiváis, nuevo siglo, 2004
Las acciones que el gobierno toma contra la guerrilla urbana son retomados por los periodistas, quienes además ofrecen pruebas del espionaje al que fue sometida la revista Proceso, aún antes de que el primer número se imprimiera. Un libro donde se mezcla la labor investigativa de Scherer con las remembranzas literarias de Monsiváis, quien se apoya en los textos de los escritores revolucionarios para indicar los orígenes de los horrores que, más de cincuenta años después, aún se perpetraban desde el poder.


La charola
Sergio Aguayo Quezada,
Grijalbo, 2001
La transformación de los sistemas de inteligencia mexicanos, desde sus inicios en 1918 y hasta principios del gobierno foxista, son detallados en este libro que se conforma tanto de expedientes del AGN, como del Centro de Investigación y Seguridad Nacional. Historias como la persecución del disidente Rafael García Travesí, quien desde el extranjero ventilaba los vínculos entre funcionarios y narcotraficantes en el gobierno de Miguel Alemán. Las exageraciones que Fernando Gutiérrez Barrios imprimía a sus informes para sustentar la amenaza de la oposición izquierdista. El apoyo que Javier García Paniagua buscó en la DFS para postularse como candidato presidencial en 1982. Las restructuraciones en el Cisen en 1985 y sus deficiencias en 2000.
La publicación del informe sobre los movimientos sociales y los años de la Guerra Sucia en México que publicó en su pasada edición emeequis, generó durante toda la semana, opiniones desde todos los ámbitos sociales. Igual de la Presidencia de la República que de organismos de derechos humanos nacionales e internacionales; igual de intelectuales que ciudadanos y se volvió referencia de una parte importante de la prensa, sobre todo internacional. Estas son algunas de esas voces, todas válidas, todas respetables.

1| "Esa fiscalía fue creada en 2002 por el presidente de México, Vicente Fox, para investigar violaciones a los derechos humanos. Y ese documento es el resultado de cuatro años de trabajo de la oficina de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, Ignacio Carrillo Prieto. El reporte aún no ha sido hecho público, a pesar de que sus autores —un grupo de 27 investigadores, historiadores y activistas de derechos humanos contratados por el fiscal en 2004 para redactarlo— lo entregaron al doctor Carrillo Prieto el 15 de diciembre".
National Security Archive

2|"El borrador divulgado el lunes no es oficial y no está terminado, por lo que la Presidencia de la República no lo avala". Rubén Aguilar, portavoz presidencial

3|Es una filtración. El señor (Carrillo Prieto) todavía no (...) estamos esperando a que se concluya un informe del fiscal para que sea entregado a la PGR, a la sociedad, al procurador; es un informe que aún no tenemos, ni el señor presidente sabe nada; estamos esperando a ver si el informe que nos presente coincide con el que se publicó. ''Vamos ya a investigar si (las filtraciones) provienen de averiguaciones previas en curso, porque pudiera haber, incluso, violación de secrecía de la averiguación previa y de reserva. La PGR va a investigar qué tipo de informe es, porque no hemos pedido ningún tipo de información ministerial (a Carrillo Prieto), para garantizar la independencia de la fiscalía''. Daniel Francisco Cabeza de Vaca, procurador general
de la República.

4|El organismo de derechos humanos indicó que el material recopilado por la Femospp es importante, porque contiene documentos oficiales de los mismos militares, los cuales incluyen información sobre las operaciones realizadas en Guerrero durante las desapariciones, evidencias de que los soldados detenían a civiles, la identificación de unidades militares implicadas en las operaciones, así como la afirmación de que el entonces secretario de la Defensa, Hermenegildo Cuenca Díaz, estaba al tanto de las aprehensiones. Organización Human Rights Watch

5|En esa época, los ''ciudadanos fueron frecuentemente expulsados de la participación cívica por un gobierno decidido a mantenerlos en la oscuridad. Información era poder, y el derecho a la información no existía para los hombres y mujeres mexicanos comunes''. Kate Doyle, directora del Proyecto México del Nacional Security Archive

6|"Este recuento histórico dista de ser completo, el mismo informe lo reconoce. Sin embargo, demuestra que existe evidencia contundente para procesar estos casos atroces".
José Miguel Vivanco, director de Human Rigths Watch (HRW) para las Américas

7|"No, porque no es oficial ni es formal ni es un documento que esté a disponibilidad de la opinión pública. Lo que sí te puedo decir es que la fiscalía especial terminó su tarea, muy amplia, muy profunda, la presentó ante el juez y finalmente la Suprema Corte decidió que ya habían vencido los plazos, puesto que estos temas llevan 25 años de vigencia". Vicente Fox, en entrevista con el corresponsal en México de la BBC Mundo

8|El informe que da cuenta de vuelos de la muerte, torturas y detenciones ilegales perpetrados por militares durante la guerra sucia "carece de validez, puesto que no ha sido presentado de manera formal".
Daniel Cabeza de Vaca, procurador general de la Rapública

9|"Es un documento valioso, el borrador representa un adelanto del conocimiento histórico de los hechos durante la Guerra Sucia, que representan cuatro años de investigación documental histórica".
Ignacio Carrillo Prieto, fiscal especial

10|Se trata de un informe muy completo, "extraordinariamente interesante y deprimente por los acontecimientos que relata, que estoy seguro será considerado por la fiscalía especial debido a la seriedad de la investigación".
Carlos Monsiváis, escritor y periodista

11|Tales datos son "asombrosos [porque] México siempre había negado ser uno de los países que cometía estos crímenes y, por otro lado, siempre criticó en los foros internacionales actividades similares desarrolladas por las dictaduras militares en Guatemala, Chile o Argentina".
National Security Archive

12|Ese texto "no es oficial, porque no está terminado", aunque representa "un gran adelanto y no se prevé que el reporte final sea totalmente contradictorio con el documento de trabajo, integrado por unos tres borradores".
Ignacio Carrillo Prieto, fiscal especial

13|Pese a la gravedad de lo que señala el documento, debe ser el Estado, el presidente Vicente Fox, quien lo asuma como suyo y lo muestre a la sociedad asumiendo su responsabilidad histórica...
La investigación revelada no varía mucho del documento que se le entregó al fiscal.
José Sotelo Marbán, coordinador del equipo de investigación que realizo el documento para la Fiscalía Especialpara delitos del pasado.

http://www.eme-equis.com.mx/005MXGUERRA.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

El liberalismo en la conducta y una no muy clara idea de los riesgos que implica una revolución, impidieron crear en la militancia una actitud tanatica posible ante la represión estatal.El hecho de entregarse vivo(con la "esperanza" de poder sobrevivir expresan sin lugar a dudas esta falencia que ideologicamente se expresa en la ausencia de una concepción propia histórico nacional(Analisis concreto de una realidad concreta)nuestra ligazón dogmatica al marxismo leninismo, fue siempre el principio del fin.Juan Valdes.