lunes, octubre 27

A 40 años del fatídico



2 de octubre de 1968

Sé que probablemente están hartos de leer al respecto, pero si lo hago es porque quizás haya alguien que no sepa del tema y es que como saben en la historia oficial se tergiversa todo y se minimiza el suceso, en su momento, las fuentes oficiales reportaron sólo 20 muertos. Al menos en mi época de estudiante jamas se toco el tema, como muchos otros temas, de la matanza del 2 de octubre me entere por compañeros de la vocacional, después de eso pregunte en casa y mi padre me contó de lo sucedido pues en esa época él era estudiante, por suerte el no fue al mitin, yo me dedique a buscar información, libros, documentales, películas, para conocer mas de lo acontecido. Es de pena leer las declaraciones de los adolescentes en el periódico El Milenio.

Ya 40 años han pasado y los culpables quedaron impunes. Una verdadera tragedia, sé que la sobada frase 2 de Octubre no se olvida ha ido perdiendo sentido por que se ha repetido ad infinitum pero algo de cierto tiene, yo creo que la memoria es un arma de paz como aquella famosa cita que dice "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla"

Un documental al respecto:






Libros recomendados si quieres saber mas:

  • La Noche de Tlatelolco (Elena Poniatowska)
  • Los días y los años (González de Albda)
  • México 68: juventud y revolución (Revueltas)
  • 68 (Paco I. Taibo II)
  • Los 68: París-Praga-México (Carlos Fuentes)
  • Parte de guerra. Tlatelolco 1968 (Carlos Monsiváis / Julio Scherer)
  • 1968: Todos los culpables (Jacinto Rodríguez Munguia)

Hacia el libro definitivo

La semana pasada, The History Chanel transmitió para Latinoamérica un documental de la productora Anima Films, titulado Masacre de Tlatelolco. Entre las varias voces que se escuchan, alguien menciona que pasados 40 años, hoy por fin existe certeza sobre lo que pasó la tarde y noche del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, además de que se ha puesto fin a la versión que negaba a los jóvenes la calidad de estudiantes para colocarlos como iniciadores de la provocación.
Esa verdad histórica con la que le hemos cerrado brecha en los últimos diez años, tiene que pasar, sin duda, por el reconocimiento del valor de trabajos como Parte de guerra (Editorial Aguilar), de Carlos Monsiváis y Julio Scherer, que dieron a conocer importantes documentos personales del general Marcelino García Barragán, entonces secretario de la Defensa Nacional.
No obstante, fue Carlos Montemayor quien, a través del análisis de esos documentos y del material fílmico aportado por la Secretaría de la Defensa entre 1993 y 1999, avanzó todavía más en la explicación del 2 de octubre. Primero en una serie de 12 textos publicados entre agosto y octubre de 1999 en la revista Proceso, y luego en su libro Rehacer la historia (Editorial Planeta), que compila esos artículos, el escritor analiza los partes militares, las responsabilidades desempeñadas por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, su secretario de Gobernación, Luis Echeverría, y el jefe del estado Mayor Presidencial, Luis Gutiérrez Oropeza, en la emboscada contra los elementos del Ejército que acabaría desatando una escalada de violencia incontenible.

A poco más de un año de haber puesto en librerías La otra guerra secreta, un trabajo sobre las complicidades documentadas entre el poder y los medios en México, durante la llamada guerra sucia, Jacinto Rodríguez Munguía acaba de presentar un nuevo título que intenta aportar a la comprensión de los hechos que terminaron el 2 de octubre de 1968, con el golpe al movimiento estudiantil. 1968: Todos los culpables (Random House Mondadori) mira la tragedia a partir del conjunto de decisiones que los implicados tomaron y la información con la que contaban. Desde estas páginas, a través de nuevos documentos rescatados por el autor en las galerías del Archivo General de la Nación, puede advertirse —como escribió recientemente Enrique Krauze— “la marcada inclinación de Díaz Ordaz a ver huellas de una conjura contra México en cada minucia y la mala información con que contó para tomar sus decisiones”. Había demasiado de por medio, los mandos castrenses tomaron partido y se volvieron fuerza de las facciones que querían la designación presidencial que finalmente arrancó para sí Luis Echeverría.
Es difícil saber qué tan cerca estamos del libro definitivo del 68 mexicano. El de Jacinto trasciende los relatos subjetivos, las impresiones y el testimonio individual para hallar su lugar entre los nuevos textos que buscan reconciliarnos con la historia, cerrar esa brecha y pasar de los memoriales a la comprensión cabal.

viernes, octubre 3

Jacinto Rodríguez: Todos son culpables del 68


Las listas de los muertos, las necropsias, y los informes que minuto a minuto se cruzaron entre diversas instituciones desfilan a través de las páginas del libro que recuenta la historia a 40 años de ocurrida.

Para el escritor Jacinto Rodríguez, “la del 68 es una historia no de héroes, sino de culpables”, desde los estudiantes hasta las autoridades.

Para llegar a esa conclusión, Rodríguez buscó y localizó, durante años, documentos en el Archivo General de la Nación, de los cuales algunos nunca han sido revelados. Además, rescató y amplió textos que en algún momento publicó en algunos medios y que han sido clave para entender ese proceso social.

Datos relevantes como las listas de los muertos, las necropsias, y los informes que minuto a minuto se cruzaron entre diversas instituciones, desfilan a través de las páginas del libro.

Publicado por Random House Mondadori, bajo su sello Debate, el libro identifica, documenta y analiza una de las etapas cruciales en la historia de México, a casi 40 años de ocurrida.

El escritor adentra al lector en las horas más tensas e intensas de la masacre de la noche del 2 de octubre de 1968. Las historias se narran con todo detalle, pasado-presente-futuro, incluyendo a los personajes y los momentos de la revuelta estudiantil.

En su texto, el autor hace una crítica y una introspección de quiénes y porqué fueron culpables todos, incluida la memoria, el destino, los archivos, los papeles y todas sus huellas.

El autor es periodista e investigador. Estudió comunicación en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y posgrado en Letras Iberoamericanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha colaborado en diversos medios impresos.

Además, ha investigado, durante años, documentos en el Archivo General de la NaNación y expedientes de la Policía secreta. En el 2005 publicó “Las nóminas secretas de Gobernación” y en el 2007 “La otra guerra secreta. Los archivos prohibidos de la prensa y el poder”, que fue prologado por Miguel Ángel Granados Chapa.

Fuente: Notimex

jueves, octubre 2

2 de octubre, 40 años de silencio



El Museo Memorial del 68 en Tlatelolco, conserva un gran número de testimonios de los hechos. Foto: Notimex
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Cuatro décadas después el dolor persiste entre sobrevivientes y allegados, transformado en impotencia y preocupación porque la memoria de la matanza no se pierda.

A 40 años de la matanza de Tlatelolco, los responsables murieron o se hicieron viejos, pero ninguno ha pagado ante la justicia la brutal represión ocurrida el 2 de octubre de 1968 contra estudiantes mexicanos que dejó al menos 44 muertos, según cifras oficiales.

En los “que no se ha logrado ni en el tiempo moderno, ni con la experiencia lamentable y la llaga abierta del movimiento del 68, terminar o disminuir a niveles más lógicos de la impunidad que vive el país” dijo a la AFP José Antonio Ibáñez, coordinador del programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.

El 2 de octubre de 1968 a las 18:00 horas cientos de militares mexicanos dispararon contra los manifestantes cuando unos 8,000 integrantes del movimiento estudiantil se encontraban reunidos en la plaza de Las Tres Culturas en la capital mexicana.

La refriega duró hasta la medianoche dejando un número aún indeterminado de muertos entre estudiantes, vecinos, militares y policías, así como 2,360 personas detenidas.

La madrugada del 3 de octubre de 1968 un vocero de la presidencia informó que había 20 muertos y 70 heridos, pero los medios internacionales y la CIA registraron en su momento unos 300 decesos y tiempo después el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo que fueron entre 30 y 40 fallecidos.

Silencio y olvido oficial

Los cinco presidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI, 1929-2000) que le siguieron mantuvieron un hermetismo total sobre la masacre y sólo en 1998 se formó una comisión legislativa que llamó a declarar, sin mayores repercusiones, a Luis Echeverría, ministro del interior en 1968 y después presidente de México.

“La investigación más cuidadosa es la que hizo Kate Doyle de The National Security Achive de Estados Unidos que logró documentar 44 casos” dijo, por su parte, el investigador y promotor de la defensa de los derechos humanos, Sergio Aguayo.

Echeverría, al banquillo de la historia

La fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Delitos del Pasado, creada en 2003 por el gobierno de derecha de Vicente Fox, investigó el caso.

Como resultado del trabajo de la fiscalía, el ex presidente Luis Echevería es el único que enfrenta un arresto domiciliario por su avanzada edad, pero no por los hechos del 68, sino por la llamada guerra sucia de los años 70.

Díaz Ordaz murió en 1970, mientras que Echeverría por su edad “había perdido el sentido de la realidad y hoy la perdió ya en serio”, dice Jacinto Rodríguez, autor de “1968: todos los culpables”, un texto que salió a la venta esta semana.

“La mayoría de los militares involucrados ya están muertos, ya murió el (entonces) secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García y muchos otros”, agrega.

La fiscalía trató de fincar a Echeverría responsabilidades por el delito de genocidio, pero fue incapaz de acreditarlo jurídicamente.

“Fox obstaculizó a la fiscalía y se comprometió con el viejo régimen para darle una amnistía de facto”, aseguró Aguayó.

Esta fiscalía especial fue disuelta en 2006 y el seguimiento de los hechos de 1968 se relegó a una instancia de segundo nivel en la Procuraduría General de la República (PGR).

Calderón, el olvido

“El gobierno de (Felipe) Calderón no habla de eso, no creo que esté dispuesto a colaborar” y la evidencia de ese desinterés es que los archivos de la ex fiscalía están desaparecidos y la PGR niega toda información al respecto, agrega Aguayo.

Sin embargo, los mexicanos aún pueden buscar “una justicia a partir de una verdad histórica y saldar la herida con la sociedad”, sostiene Rodríguez.

En términos legales los delitos han prescripto, pero no caducaron ni social ni moralmente, y por eso una comisión de la verdad sería lo más adecuado, coinciden especialistas.

Pero también están de acuerdo en que son escasas las posibilidades de que prospere durante el gobierno de Calderón, cuando el ejército está nuevamente en las calles por el combate al crimen organizado, en una guerra que sólo en 2008 ha dejado más de 3,000 muertes.

Las voces del 68

“En ese momento no pensé en nada, ni en salvar la vida. En ese instante observas, observas. Sólo empiezas a considerar los riesgos sufridos mucho tiempo después”, relata Rául Álvarez Garín, al describir su fotografía mental de la matanza de Tlatelolco, hace 40 años.

“Estábamos prevenidos de persecuciones, detenciones y eventualmente alguna acción de violencia con resultados fatales. Pero no una acción militar de esa magnitud”, admitió quien entonces era un dirigente del Consejo Nacional de Huelga que encabezaba el movimiento estudiantil.

“Una estimación con bases firmes te indica que en las primeras dos horas y media de la matanza se dispararon 70.000 cartuchos percutidos. Es una cantidad brutalmente excedida”, recriminó Garín, quien fue detenido aquella tarde.

Rodolfo Echeverría era aquellos años un militante del Partido Comunista y estuvo en la plaza aquella tarde, pero una oportuna cita le obligó a marcharse y dejar a su mujer en la manifestación, que se preveía tranquila.

“Yo me enteré de todo a la noche por la televisión. Mi mujer llegó y me contó que ella y una hermana lograron huir de la explanada y esconderse en un departamento de un edificio cercano. Una mujer les abrió. Dentro ya había más gente”, rememora Echeverría, de 72 años.

Echeverría, quien hoy es funcionario de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, asegura que antes de la masacre, el Estado había tolerado la febril actividad política de una juventud ávida de libertades.

Echeverría fue detenido tres meses después y, como Garín, fue conducido en un primer momento a un centro militar.

“Los interrogatorios se desarrollaron en todos los casos bajo una presión física y psicológica directa. Todos los interrogatorios pueden ser calificados de tortura”, denunció Garín.

Ningún militar pagó por ello y los maltratos se convirtieron en un tema tabú, incluso por la propia voluntad de los supervivientes.

“Al ser cuestionados, la mayoría de los detenidos negó haber sido torturados. Nuestro machismo nos obligaba a hacernos los duros, a decir que lo aguantamos, a no admitir ante los demás que tuvimos miedo”, desarrolló.

La herencia del movimiento

El legado del movimiento estudiantil del 68 en México sigue siendo incierto, con una izquierda como su principal heredera que, aunque en las elecciones del 2006 logró posicionarse como la segunda fuerza del país, aún no termina de definir su estratégica política, coinciden algunos autores.

“En todas las regiones donde sopló el viento rebelde de 1968 se desvaneció por sí mismo o fue encauzado a través de medios políticos. México fue la vergonzosa excepción”, sentencia el historiador Enrique Krauze en la última edición de la revista Letras Libres.

Para el articulista Miguel Angel Granados Chapa, cercano a la izquierda, las transformaciones derivadas del 68 han sido “muchas”, sin embargo no incluyen “una mudanza en el sistema social y económico regido por una inequidad ofensiva y peligrosa”.

Por el contrario, propició un cambio entre “la relación de gobernantes y gobernados, que lentamente dejaron de ser súbditos para pretender comportarse como ciudadanos”, es decir una democratización con la que también coincide Krauze.

Con ellos coincide en parte también Rodolfo Echeverría, integrante de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, ex militante del Partido Comunista y del movimiento estudiantil del 68.

“Siento que la izquierda mexicana está enferma, padece una especie de esclerosis mental porque no ha desarrollado nuevos planteamientos”, comentó.

Los muertos de Tlatelolco esperan

Cuarenta años después, los autores de la matanza del 68 en México siguen impunes y aún no se ha esclarecido la verdad

Autor:
Leticia Pineda
Fecha de publicación:
1/10/2008

Cuarenta años después de la matanza de Tlatelolco, sus responsables murieron o se hicieron viejos, pero ninguno ha pagado ante la justicia la brutal represión ocurrida el 2 de octubre de 1968 contra estudiantes mexicanos que dejó al menos 44 muertos. La impunidad es la línea que une a estos cuatro decenios largos. Impunidad asociada con la falta de esclarecimiento de la verdad.

El 2 de octubre de 1968 cientos de militares mexicanos dispararon cuando unos 8.000 integrantes del movimiento estudiantil se encontraban reunidos en la plaza de las Tres Culturas (o Tlatelolco) en la capital mexicana. La refriega duró hasta la medianoche, dejando un número indeterminado de muertos entre estudiantes, vecinos, militares y policías, así como 2.360 detenidos. La madrugada del 3 de octubre, un portavoz de la presidencia informó que había 20 muertos y 70 heridos, pero los medios internacionales y la CIA registraron unos 300 decesos. Tiempo después, el entonces presidente Díaz Ordaz dijo que fueron entre 30 y 40.

Los cinco presidentes del PRI que lo siguieron mantuvieron un hermetismo total sobre la masacre y solo en 1998 se formó una comisión legislativa que llamó a declarar, sin mayor repercusión, a Luis Echeverría, ministro del Interior en 1968 y después presidente de México.

«La investigación más cuidadosa la hizo Kate Doyle de The National Security Archive de Estados Unidos, que logró documentar 44 casos», dijo el investigador y promotor de la defensa de los derechos humanos, Sergio Aguayo. La Fiscalía Especial para Delitos del Pasado, creada en el 2003 por el Gobierno de Fox, investigó el caso. Como resultado, el ex presidente Echeverría es el único que se enfrenta a un arresto domiciliario por su avanzada edad, pero no por los hechos del 68, sino por la guerra sucia de los años setenta.

Ordaz murió en 1970, y Echeverría, por su edad, «había perdido el sentido de la realidad y hoy la perdió ya en serio», dice Jacinto Rodríguez, autor de 1968: todos los culpables, que salió a la venta esta semana. «La mayoría de los militares involucrados ya están muertos», agrega.

La Fiscalía trató de atribuir a Echeverría responsabilidades por el delito de genocidio, pero fue incapaz de acreditarlo jurídicamente. «Fox obstaculizó a la Fiscalía y se comprometió con el viejo régimen para darle una amnistía de facto», asegura Aguayo. Esta fiscalía especial fue disuelta en el 2006, y el seguimiento de los hechos de 1968 se relegó a una instancia de segundo nivel.

«El Gobierno de Calderón no habla de eso, no creo que esté dispuesto a colaborar y la evidencia de ese desinterés es que los archivos de la ex fiscalía están desaparecidos», agrega Aguayo. Sin embargo, los mexicanos aún pueden buscar «una justicia a partir de una verdad histórica y saldar la herida», sostiene Rodríguez. Legalmente, los delitos han prescrito, pero no caducaron ni social ni moralmente, por lo que hay margen para una comisión de la verdad.

Los imprescindibles del 68

Jueves, 2 Octubre, 2008

Carlos Monsiváis: “Lo inexplicable de lo sucedido en Tlatelolco, es lo explicable de la necesidad de dominio de una clase en el poder”. En escuelas, plazas y avenidas, escenarios de una urbe que ya rebasaba los cuatro millones, estalló la algarabía de miles de jóvenes que rechazaban el orden inicuo, enfrentados un dilema hamletiano: “¿democracia o revolución?” (40 años después, ninguna revolución y poca democracia...).

En el aire del tiempo quedaron suspendidas las consignas del 68: “¡Libertad a los presos políticos!” (o la continuidad de las luchas sociales: julio, “una chispa puede incendiar la pradera”); “¡A esa mano tendida, háganle la prueba de la parafina!”; “¡Pueblo, no nos abandones / únete pueblo!”; “¡Diálogo público!” (la utopía de la democracia directa: una intuición materializada 12 años después en la lucha de los obreros polacos);”¡Prensa vendida!” (constatación unánime matizada por una manta en el Club de Periodistas: ”¡No todos!”); la comuna de Topilejo (agosto o el verano de nuestro descontento); el informe de GDO:”…hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos” (septiembre negro o el lenguaje de plomo); …y octubre cruel: “Al día siguiente, nadie” (Rosario Castellanos, Memorial de Tlatelolco). La multitud de voces y el retumbar de miles de pasos (de las manifestaciones del 5, 13 y 27 de agosto y la conquista del Zócalo a la marcha del silencio del 13 de septiembre), fueron brutalmente sofocados por la metralla militar (de Tlatelolco 68 a Tiananmen 89). “Un país herido” (1968-…):”2 de octubre no se olvida” (o el compromiso político del recuerdo); “Tiembla burguesía porque te quedan pocos milenios de vida…”

2. Si un joven quisiera entender hoy qué sucedió ese año “axial” (pero tan lejano ya para las nuevas generaciones), ¿cuáles libros lo acercarían a una visión crítica? Señalaremos sucintamente sólo los que hoy siguen en librerías (y tal vez en algunas bibliotecas): Ramón Ramírez, El movimiento estudiantil de México: julio-diciembre de 1968 (Era, México 1969): día a día, relación de hechos (complementado con: Aurora Cano A., comp., 1968: antología periodística, UNAM, México 1993); Carlos Monsiváis, Días de guardar (Era, México 1970): implacable radiografía del poder

autoritario, su responsabilidad criminal y sus rituales; Elena Poniatowska, La noche de Tlatelolco (Era, México 1971): insuperado collage de testimonios originales; E. Valle E., R. Álvarez G. y J. Revueltas, Los procesos de México’68. Tiempo de hablar. Proceso 272/68. Alegatos de defensa (Editorial Estudiantes, México 2008, 3ª ed.): documenta la sumisión del poder judicial a la presidencia criminal; Carlos Montemayor, “Rehacer la historia: 2 de octubre, Tlatelolco”, en La guerrilla recurrente (Debate, México 2007, pp. 159-231): riguroso análisis de archivos oficiales y fílmicos que demuestra el designio homicida de Díaz Ordaz y sus jefes militares; ensayos de Paz, Fuentes, Revueltas, Sergio Zermeño, José Agustín, Volpi, Pérez Arce; narrativa y poesía de González de Alba, Gerardo de la Torre, Sabines, Bañuelos…

Y también hay otras obras importantes inencontrables (ver “Bibliografía 68” en www.biblional.bibliog.unam.mx ; y en Jacinto Rodríguez Murguía, 1968: todos los culpables, Debate, México 2008, pp. 257-73).

anaya.jess@gmail.com

Todos los culpables de la masacre del 68

Jacinto Rodríguez Munguía publica libro sobre la represión en Tlatelolco, consultando archivos inéditos.

Por: Aurora Frías López
Villahermosa, Tabasco

Para Jacinto Rodríguez Munguía, todos somos culpables de lo ocurrido el 2 de octubre de 1968, pues la apatía de distintos sectores contribuyó al parteaguas de la historia moderna de México.

Es así, con esta tesis con la cual el periodista mexicano publica su nuevo libro '1968: todos los culpables', basado en las investigaciones en archivos que hasta ahora eran inalcanzables e incluso secretos sobre los acontecimientos de aquella fecha que hoy cumple cuatro décadas.

“Este libro es una posibilidad de nueva información, es un libro que no pudo haberse escrito hace cuatro años porque fue hasta que se dio la oportunidad de tener acceso a información de archivos que era inimaginable que existiera la posibilidad, se puede identificar este libro con la espera, la paciencia para poder hacer un corte histórico”, aseverando que esto es justo la diferencia entre las bibliografías que ya existen respecto a este suceso y su libro, el cual se basa en archivos de la nación.

Recordó que con esta publicación culmina un tema que le interesó desde que él se inició dentro del periodismo, aunque su investigación sólo requirió cuatro años, en los que aprovechó la apertura de los archivos de la policía secreta.

“Todos, lo digo en plural, todos en gran medida somos culpables, tenemos un grado de responsabilidad frente a lo que pasa en el país, lo del 68 es historia, el libro apela a hacer a un lado la indiferencia que pesa sobre este país, a no quedarnos callados como ocurrió en gran medida por parte de los grupos sociales y de personajes concretos en esa época, es una llamada de atención que nos alcanza por eso el 68 sigue siendo un tema recurrente y va estar ahí, porque nos hemos negado como sociedad, como individuos, a asumir en la parte de culpa que nos corresponde”, alegó.

Rodríguez Munguía en su investigación habla acerca de las posiciones de los diversos sectores de la sociedad en aquel movimiento del 68, llegó así a la conclusión de que prevaleció una apatía por parte de la iglesia, los intelectuales, las autoridades del Poder Judicial y de los medios de comunicación, “todos ellos se convirtieron en espectadores, en público, no actuaron por temor a represalias, no manifestaron sus ideas porque podían verse afectados, por eso decidieron ser público y por eso son culpables, no se comprometieron con sus ideas”, dijo.

Aunque en esa repartición de culpas desde la perspectiva del autor también reiteró que la actitud de los intelectuales fue lamentable, pues dijo que se tardaron en asumir el compromiso con los estudiantes, ya que se manifestaron pero cuando el ejército ya había tomado las calles, explicó el entrevistado.

“José Revueltas es de los pocos que se salvan, él se vuelve uno de los líderes visibles intelectuales y así se van a registrar, son los que van a generar muchas ideas, pero sí gran parte de los intelectuales tienen culpa, Revueltas es de los pocos que sí asumió su papel, lo encarcelaron, tuvo condena social, vaya, hay de culpas a culpas, hay grados de culpabilidad”, apuntó el autor también de libros como Las nóminas secretas de Gobernación y La otra guerra secreta.

Finalmente Jacinto Rodríguez Munguía expuso que “lo que pasó fue un conflicto entre buenos y malos, entre extremos, entre un poder autoritario y estudiantes que se deciden tomar las calles de la manera más romántica, hoy en día me parece más claro que el 68 no fue solo un movimiento en lo que terminara el drama, no es pura tragedia, como se tiene la idea, es terrible lo que pasó, pero es más, es una gran fiesta, un momento de ruptura de México y otro, descarga emocional de jóvenes, es la condición humana puesta en una gran arena donde se movió todo desde un símbolo, la cotidianeidad, la cultura, las visiones de mundo, las guerras de las potencias, los sueños, las utopías, 2 de octubre por eso es tan rico, por eso digo que va ser difícil que alguien por decreto diga que se olive el 68”, concluyó.

Una Comisión de la Verdad superaría el trauma de la masacre de 1968, dice un experto

EFE

Actualizado 02-10-2008 20:23 CET

México.- Una Comisión de la Verdad que haga un juicio histórico sobre la responsabilidad de personas y grupos en la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 resolvería las dudas y superaría los traumas de esa tragedia, que enlutó a México hace 40 años, dijo hoy a Efe el escritor Jacinto Rodríguez Munguía.
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(EFE)

Aspecto de la exposición permanente "Memorial del 68" que se exhibe en el Centro Cultural Universitario de Tlatelolco en Ciudad de México, donde se muestran documentos de estudiantes desaparecidos durante el enfrentamiento con fuerzas oficiales del 2 de octubre de 1968.

"Es necesario que el Estado asuma su responsabilidad en los hechos del 68, para cumplir una deuda histórica", dijo el experto, que recién publicó el libro "1968: todos los culpables" (Random House Mondadori, 2008) .

Rodríguez explicó que el movimiento estudiantil de 1968 que reclamaba libertades y fin a la represión ante un gobierno autoritario fue un momento de definición que marcó el desarrollo posterior de los acontecimientos en las siguientes décadas y que fijó las demandas de democracia y libertad para los mexicanos.

El 2 de octubre de 1968 el Ejército mexicano disolvió a tiros un mitin estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas, en el barrio de Tlatelolco de la capital, en un hecho que causó unas cuatro decenas de muertos, según los datos oficiales, aunque grupos civiles elevan la cifra de fallecidos a 400.

El escritor indicó que es urgente que toda la sociedad defina su posición respecto a ese crimen después de que todos los sectores callaron con un silencio cómplice debido al régimen autoritario y represivo que existía.

"Ni los empresarios, ni la Iglesia, ni los sindicatos, ni los medios de información, ni el Poder Judicial, ni muchos sectores condenaron una artera masacre, cometida con toda impunidad y con el argumento de que había una conjura comunista que pretendía destruir al régimen", señaló Rodríguez Munguía.

Dijo que no basta con someter a juicio penal a los culpables principales, puesto que la mayoría ha muerto y sólo queda el ex presidente Luis Echeverría (1970-1976), quien entonces era el ministro del Interior en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970).

"Echeverría es un hombre al que no le importa el juicio de la historia; él hizo su propia historia y acaba de decir que no tiene por qué pedir perdón", señaló el escritor.

Rodríguez recuerda que el movimiento estudiantil, que surgió por la represión a dos grupos de estudiantes en julio de ese año, fue convirtiéndose en una avalancha de protestas contra las políticas represivas y en demanda de libertades.

El escritor aseguró que la matanza de Tlatelolco fue una tragedia que pudo haberse evitado, pero fue alimentada por las pugnas y traiciones entre generales y políticos que participaron en los hechos para ganar la lucha interna por la sucesión presidencial.

"El 2 de octubre fue una arena donde se dirimieron los conflictos entre los principales generales y políticos, entre estos el ministro de Gobernación, Luis Echeverría, el secretario de Defensa, Marcelino García Barragán, y los generales Luis Gutiérrez Oropeza (jefe del Estado Mayor Presidencial), y Mario Ballesteros, jefe del Estado Mayor de la Defensa", dijo Rodríguez.

El investigador señaló que estos grupos fabricaron la imagen de que el movimiento desestabilizaría al Gobierno y por lo tanto se debía acabar con él, costara lo que costara.

Ese 2 de octubre el batallón castrense "Olimpia" se infiltró en el mitin con la orden de detener a todos los dirigentes para frenar las movilizaciones, mientras que soldados del ejército establecían círculos de seguridad para evitar que escaparan.

No obstante, según versiones del entonces ministro de la Defensa, Marcelino García Barragán, el Estado Mayor Presidencial colocó francotiradores que dispararon contra la multitud y comenzó el tiroteo que derivó en la masacre.

El escritor afirmó que después de cuatro décadas han comenzado a develarse algunos de los conflictos entre los grupos que se disputaban el poder en el proceso de transición presidencial, que finalmente fue ganada por Echeverría.

Dijo que en 1968 se cayó el mito de un ejército pasivo y sumiso a las decisiones del poder civil, y que gracias a las filtraciones y los archivos dados a conocer 40 años después se pueden documentar las traiciones e intrigas.

A 40 años de la matanza de Tlatelolco el silencio estatal perdura en México

A 40 años de la matanza de Tlatelolco, los responsables murieron o se hicieron viejos, pero ninguno ha pagado ante la justicia la brutal represión ocurrida el 2 de octubre de 1968 contra estudiantes mexicanos que dejó al menos 44 muertos, según cifras oficiales


AFP - La impunidad es la línea que une a estos 40 años en los "que no se ha logrado ni en el tiempo moderno, ni con la experiencia lamentable y la llaga abierta del movimiento del 68, terminar o disminuir a niveles más lógicos de la impunidad que vive el país" dijo a la AFP José Antonio Ibáñez, coordinador del programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.

El 2 de octubre de 1968 a las 18h00 cientos de militares mexicanos dispararon contra los manifestantes cuando unos 8.000 integrantes del movimiento estudiantil se encontraban reunidos en la plaza de Las Tres Culturas (o Tlatelolco) en la capital mexicana.

La refriega duró hasta la medianoche dejando un número aún indeterminado de muertos entre estudiantes, vecinos, militares y policías, así como 2.360 personas detenidas.

La madrugada del 3 de octubre de 1968 un vocero de la presidencia informó que había 20 muertos y 70 heridos, pero los medios internacionales y la CIA registraron en su momento unos 300 decesos y tiempo después el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo que fueron entre 30 y 40 fallecidos.

Los cinco presidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI, 1929-2000) que le siguieron mantuvieron un hermetismo total sobre la masacre y sólo en 1998 se formó una comisión legislativa que llamó a declarar, sin mayores repercusiones, a Luis Echeverría, ministro del interior en 1968 y después presidente de México.

"La investigación más cuidadosa es la que hizo Kate Doyle de The National Security Achive de Estados Unidos que logró documentar 44 casos" dijo, por su parte, el investigador y promotor de la defensa de los derechos humanos, Sergio Aguayo.

La fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Delitos del Pasado, creada en 2003 por el gobierno de derecha de Vicente Fox, investigó el caso.

Como resultado del trabajo de la fiscalía, el ex presidente Luis Echevería es el único que enfrenta un arresto domiciliario por su avanzada edad, pero no por los hechos del 68, sino por la llamada guerra sucia de los años 70.

Díaz Ordaz murió en 1970, mientras que Echeverría por su edad "había perdido el sentido de la realidad y hoy la perdió ya en serio", dice Jacinto Rodríguez, autor de "1968: todos los culpables", un texto que salió a la venta esta semana.

"La mayoría de los militares involucrados ya están muertos, ya murió el (entonces) secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García y muchos otros", agrega.

La fiscalía trató de fincar a Echeverría responsabilidades por el delito de genocidio, pero fue incapaz de acreditarlo jurídicamente.

"Fox obstaculizó a la fiscalía y se comprometió con el viejo régimen para darle una amnistía de facto", aseguró Aguayó.

Esta fiscalía especial fue disuelta en 2006 y el seguimiento de los hechos de 1968 se relegó a una instancia de segundo nivel en la Procuraduría General de la República (PGR).

"El gobierno de (Felipe) Calderón no habla de eso, no creo que esté dispuesto a colaborar" y la evidencia de ese desinterés es que los archivos de la ex fiscalía están desaparecidos y la PGR niega toda información al respecto, agrega Aguayo.

Sin embargo, los mexicanos aún pueden buscar "una justicia a partir de una verdad histórica y saldar la herida con la sociedad", sostiene Rodríguez.

En términos legales los delitos han prescripto, pero no caducaron ni social ni moralmente, y por eso una comisión de la verdad sería lo más adecuado, coinciden especialistas.

Pero también están de acuerdo en que son escasas las posibilidades de que prospere durante el gobierno de Calderón, cuando el ejército está nuevamente en las calles por el combate al crimen organizado, en una guerra que sólo en 2008 ha dejado más de 3.000 muertes.

Se recuerda la matanza de Tlatelolco



México, 1 oct (EFE).- Cuarenta años después de la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco, diversos sectores sociales demandan justicia por ese crimen que marcó a México y por el que nadie ha sido juzgado ni sentenciado.

"Emplazamos a todos los sectores sociales, a las fuerzas políticas, a las instituciones a dar una respuesta y reconocer que la masacre del 2 de octubre fue un crimen de Estado que debe ser juzgado", dijo a Efe el dirigente del "Comité del 68" y uno de los líderes de ese movimiento, Raúl Álvarez Garín.

Explicó que la demanda de justicia ha permitido el arresto domiciliario del ex presidente Luis Echeverría (1970-1976), quien entonces se desempeñaba como ministro de Gobernación del mandatario Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y que ha sido acusado de genocida por su participación en esa matanza y en la llamada "guerra sucia".

El 2 de octubre de 1968, el Ejército disolvió a tiros un mitin estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en el barrio de Tlatelolco de la capital, en un hecho que causó unas cuatro decenas de muertos, según las cifras oficiales, aunque grupos civiles elevan la cifra de fallecidos a 400.

El juicio por genocidio contra Echeverría se ha aplazado desde hace dos años, después de que un juez ordenó la liberación de su arresto domiciliario por prescripción del delito, en una decisión que fue impugnada por el "Comité del 68" para reiniciar nuevamente el proceso contra el ex mandatario.

Álvarez Garín indicó que el caso por genocidio se llevará a los foros y tribunales internacionales, y en particular, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que den su fallo sobre los crímenes de lesa humanidad.

"No se puede exonerar a Luis Echeverría como se ha pretendido hacer, si a nivel interno no se resuelve lo llevaremos al ámbito internacional", indicó.

Señaló que una exigencia actual es reactivar a la fiscalía especial para los desaparecidos que había avanzado en la investigación de numerosos hechos de tortura y recordó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha reconocido 270 desaparecidos, así como la presunta responsabilidad de 70 funcionarios.

"El comité del 68", que agrupa a diversos dirigentes del movimiento estudiantil, ha pugnado por el juicio penal y político contra todos los culpables de la matanza de ese año y ha preparado diversas actividades para conmemorar el 40 aniversario del 2 de octubre.

Cada año, las organizaciones civiles y políticas llevan marchan desde Tlatelolco hacia el Zócalo capitalino para recordar a las víctimas y para reiterar su exigencia de justicia.

El escritor Jacinto Rodríguez Munguía dijo en una entrevista con Efe que aunque se han escrito miles de cuartillas sobre el movimiento estudiantil, la sociedad aún espera una verdad que explique las causas de la matanza y se haga el juicio histórico de todos los responsables.

Rodríguez señaló que cuatro décadas después de esos acontecimientos han comenzado a revelarse algunos de los conflictos entre los grupos que se disputaban el poder en el proceso de transición presidencial, que finalmente fue ganada por Luis Echeverría.

El experto, quien escribió el libro "1968: Todos los culpables", dijo que el Gobierno de Díaz Ordaz contaba con toda la información sobre el movimiento estudiantil y la masacre pudo haberse evitado si no hubiera sido por la pugna por la sucesión presidencial.

"El 2 de octubre fue una arena donde se dirimieron los conflictos entre los principales generales y políticos", afirmó Rodríguez.

No obstante, la sociedad espera un reconocimiento por parte del Estado de su responsabilidad en esos hechos, e incluso reclama una valoración histórica del papel que jugaron los medios de comunicación, la Iglesia Católica y numerosas instituciones que callaron ante la violación de los derechos humanos.

La escritora Elena Poniatowska, autora del libro "La noche de Tlatelolco", indicó recientemente que ahora que se cumplen 40 años de esos hechos "es un problema que no se ha resuelto".

"Todavía no se conoce el número de muertos y cada vez se descubren más cosas sobre esta masacre, que es ignorada o, más bien, escondida por el Gobierno", señaló. EFE

Y los culpables del 68, ¿dónde están?



Javier Rodríguez/EXonline

Tuvieron que pasar 10 años para que las madres de los estudiantes caídos el 2 de octubre de 1968, pudieran acudir a la plaza de las Tres Culturas a dejar veladoras en memoria de sus familiares muertos.

Tuvieron que pasar 20 años para que la tragedia ocurrida en Tlatelolco saliera al debate público; y hoy, han pasado 40 años, y la única verdad es que todavía no se define el nivel de responsabilidad de los actores que ordenaron y ejecutaron esa matanza.

Esta es la tesis que motivó a Jacinto Rodríguez Munguía para escribir ‘1968, Todos los culpables’, un libro editado por Grijalbo, en el que el autor hace un recuento de los hechos ocurridos entre el 22 de septiembre y el 2 de octubre de 1968, y aprovecha para hacer una denuncia contra el silencio que se ha mantenido en este oscuro capítulo de nuestro país.

En entrevista con EXonline, Rodríguez Munguía afirma que a pesar de la distancia en el tiempo, todavía hay grandes deudas al 2 de octubre de 1968. “Sigue faltando una Comisión de la Verdad que encuentre todos los elementos históricos; ¿cuándo nos vamos a poder mirar como sociedad para darnos cuenta de nuestros excesos?”.

‘Todos los culpables’ exhibe varios factores que, en voz del autor, dieron origen a la matanza de Tlatelolco: el miedo de Díaz Ordaz, la ambición política de Luis Echeverría, la obediencia versus desobediencia dentro del Ejército, y los aparatos de inteligencia, “son los grandes culpables”.

Rodríguez Munguía asiente que las instituciones y los aparatos de inteligencia no han madurado lo suficiente, a pesar de haber sido expuestos por los estudiantes hace 40 años.

“La gran aportación del 68 es la ruptura generacional, el gran golpe que le dan al muro construido por décadas de poder. Sin embargo, las instituciones no han madurado, no hay un aparato de inteligencia distinto al de esos años”.

“El problema de estos acontecimientos es que todavía siguen siendo un secreto… Y a nosotros como sociedad, nos complace el silencio. No nos gusta que nos digan las cosas”, concluye.

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Presentación del libro....

El Ejército debe aclarar su actuación en el 68: Rodríguez Murguía

Educación | México | Matanza 68

El Ejército debe aclarar su actuación en el 68: Rodríguez Munguía. 

El autor del libro 1968: todos los culpables, aseguró que a cuatro décadas de los hechos es posible hacer un corte histórico

Posible hacer un corte histórico sobre hechos de Tlatelolco, dice

CIUDAD DE MÉXICO.-  La apertura de los archivos sobre los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, ha casi completado las piezas que revelan el rompecabezas sobre la masacre estudiantil, afirmó Jacinto Rodríguez Murguía.

 

El autor del libro "1968: todos los culpables", aseguró que a cuatro décadas de los hechos es posible hacer un corte histórico, en el que se presente la forma en que se movieron las piezas que arrastraron hacia la tragedia a un movimiento que sólo daba para ser una gran irrupción social.

 

"Había todas las condiciones para que no acabara como lo hizo y sin embargo, pareciera que se hizo todo para que ocurriera", dijo a Notimex Rodríguez Murguía.

 

Con 12 años dedicado al estudio del movimiento político-social, agregó que a partir de la apertura de los expedientes del gobierno que se encuentran en el Archivo General de la Nación (AGN) ha sido posible reconstruir las piezas que estaban sueltas o dispersas.

 

Señaló que aún existen dos asuntos pendientes relacionados con esos acontecimientos: que el Estado mexicano, sin importar ideología o partido de origen del titular del Ejecutivo federal en turno, acepte su responsabilidad en los hechos.

 

El segundo asunto es que el Ejército abra sus archivos y permita develar la historia, aún secreta, sobre su participación en esa jornada, añadió.

 

"Algunas partes sueltas están en los archivos de la Defensa Nacional; tiene mucha información y ello permitiría confirmar muchos temas internos del Ejército que los investigadores han planteado.

 

"Le haría bien al Ejército transparentar parte del 68. La historia no se cierra, pero se podría dar una gran respuesta en términos de memoria y tranquilidad social", aseveró.

 

En su libro, elaborado a partir de documentos desclasificados en poder del AGN, el autor subrayó el papel del Ejército y de los diferentes mandos militares que desembocaron en la masacre estudiantil.

 

Estableció que en la casa del rector de la UNAM, Javier Barrios Sierra, se gestionaba una negociación para resolver el conflicto que para entonces cumplía 73 días.

 

Mientras tanto el presidente Gustavo Díaz Ordaz se encontraba en su casa de descanso en Guadalajara, y los mandos militares trazaban otra ruta que desembocó en tragedia.

 

En noviembre de 2006, la Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) presentó su reporte final: "Informe histórico a la sociedad mexicana 2006".

 

Con ese documento se pretendía dar una explicación definitiva sobre la represión ejercida en el país contra los grupos opositores al gobierno, señaló.

 

La fiscalía encabezada por Ignacio Carrillo Prieto concluyó su investigación sin señalar a los responsables de la masacre del 2 de octubre del 68; tampoco acreditó el número real de muertos en la Plaza de las Tres Culturas.

 

El organismo se limitó a establecer que la matanza duró más de dos horas y a señalar que hasta el cierre de la indagatoria resultó incompleta la lista real de los heridos, muertos y desaparecidos.

 

Como explicación de los hechos señaló la determinación del Estado de reprimir el movimiento estudiantil por demandar mayores libertades.

 

El libro de Jacinto Rodríguez, en cambio, da una amplia lista de culpables de la tragedia, aunque establece grados de responsabilidad y en otros casos, el señalamiento sirve para presentar el origen de la inconformidad de estudiantes a la que se sumaron otros grupos sociales.

 

Los capítulos del libro aluden a personajes que han sido señalados como responsables de la masacre: Los entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz; el secretario de Gobernación, Luis Echeverría; el general Marcelino García Barragán; Fernando Gutiérrez Barrios y Miguel Nazar Haro, entre otros.

 

Los personajes citados han librado, sin mayor obstáculo, un proceso formal por los hechos y, en la mayoría de los casos su muerte ha evitado que la justicia los alcance, por lo que todo se reducirá a que la historia los juzgue.

 

Al respecto opinó que durante su trabajo en la Femospp se cometieron muchos errores, "quizá ni siquiera con intencionalidad. Y no sé si eso es más grave para estos procesos de revisión de la historia que hacerlo con la intención de proteger personajes o interpretaciones".

 

Rodríguez Murguía destacó como uno de los elementos a favor de la existencia de la fiscalía, que se hayan podido acceder a la información que hasta entonces era secreta. "Dio pie a la apertura de archivos y documentos que de otra forma se hubieran quedado en un cajón o gaveta".

 

Sin embargo, también advierte que su objetivo tenía carácter legal y sus conclusiones derivarían en alcances de esa índole, a diferencia del trabajo elaborado por investigadores o periodistas, como es su caso.

 

"Nosotros podemos equivocarnos. Somos generadores de materiales e interpretaciones, es parte del uso la libertad de expresión; la fiscalía en cambio tenía otro carácter", aseveró.

 

También señaló que luego de que el Estado accedió a conformar una fiscalía para investigar hechos como los del 68, no puede haber marcha atrás.

 

Por esa razón consideró que el siguiente paso que debe darse es reconocer que las autoridades de un Estado de otra época se equivocaron y aceptar su responsabilidad.

México aún clama por justicia cuarenta años después de la matanza de Tlatelolco

EFE
Actualizado 01-10-2008 19:22 CET

México.-  Cuarenta años después de la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en la plaza de Tlatelolco, diversos sectores sociales demandan justicia por ese crimen que marcó a México y por el que nadie ha sido juzgado ni sentenciado.

(EFE)

"Emplazamos a todos los sectores sociales, a las fuerzas políticas, a las instituciones a dar una respuesta y reconocer que la masacre del 2 de octubre fue un crimen de Estado que debe ser juzgado", dijo a Efe el dirigente del "Comité del 68" y uno de los líderes de ese movimiento, Raúl Álvarez Garín.

"Emplazamos a todos los sectores sociales, a las fuerzas políticas, a las instituciones a dar una respuesta y reconocer que la masacre del 2 de octubre fue un crimen de Estado que debe ser juzgado", dijo a Efe el dirigente del "Comité del 68" y uno de los líderes de ese movimiento, Raúl Álvarez Garín.

Explicó que la demanda de justicia ha permitido el arresto domiciliario del ex presidente Luis Echeverría (1970-1976), quien entonces se desempeñaba como ministro de Gobernación del mandatario Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y que ha sido acusado de genocida por su participación en esa matanza y en la llamada "guerra sucia".

El 2 de octubre de 1968, el Ejército disolvió a tiros un mitin estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en el barrio de Tlatelolco de la capital, en un hecho que causó unas cuatro decenas de muertos, según las cifras oficiales, aunque grupos civiles elevan la cifra de fallecidos a 400.

El juicio por genocidio contra Echeverría se ha aplazado desde hace dos años, después de que un juez ordenó la liberación de su arresto domiciliario por prescripción del delito, en una decisión que fue impugnada por el "Comité del 68" para reiniciar nuevamente el proceso contra el ex mandatario.

Álvarez Garín indicó que el caso por genocidio se llevará a los foros y tribunales internacionales, y en particular, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que den su fallo sobre los crímenes de lesa humanidad.

"No se puede exonerar a Luis Echeverría como se ha pretendido hacer, si a nivel interno no se resuelve lo llevaremos al ámbito internacional", indicó.

Señaló que una exigencia actual es reactivar a la fiscalía especial para los desaparecidos que había avanzado en la investigación de numerosos hechos de tortura y recordó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha reconocido 270 desaparecidos, así como la presunta responsabilidad de 70 funcionarios.

"El comité del 68", que agrupa a diversos dirigentes del movimiento estudiantil, ha pugnado por el juicio penal y político contra todos los culpables de la matanza de ese año y ha preparado diversas actividades para conmemorar el 40 aniversario del 2 de octubre.

Cada año, las organizaciones civiles y políticas llevan marchan desde Tlatelolco hacia el Zócalo capitalino para recordar a las víctimas y para reiterar su exigencia de justicia.

El escritor Jacinto Rodríguez Munguía dijo en una entrevista con Efe que aunque se han escrito miles de cuartillas sobre el movimiento estudiantil, la sociedad aún espera una verdad que explique las causas de la matanza y se haga el juicio histórico de todos los responsables.

Rodríguez señaló que cuatro décadas después de esos acontecimientos han comenzado a revelarse algunos de los conflictos entre los grupos que se disputaban el poder en el proceso de transición presidencial, que finalmente fue ganada por Luis Echeverría.

El experto, quien escribió el libro "1968: Todos los culpables", dijo que el Gobierno de Díaz Ordaz contaba con toda la información sobre el movimiento estudiantil y la masacre pudo haberse evitado si no hubiera sido por la pugna por la sucesión presidencial.

"El 2 de octubre fue una arena donde se dirimieron los conflictos entre los principales generales y políticos", afirmó Rodríguez.

No obstante, la sociedad espera un reconocimiento por parte del Estado de su responsabilidad en esos hechos, e incluso reclama una valoración histórica del papel que jugaron los medios de comunicación, la Iglesia Católica y numerosas instituciones que callaron ante la violación de los derechos humanos.

La escritora Elena Poniatowska, autora del libro "La noche de Tlatelolco", indicó recientemente que ahora que se cumplen 40 años de esos hechos "es un problema que no se ha resuelto".

A 40 años de la matanza de Tlatelolco el silencio estatal perdura en México

A 40 años de la matanza de Tlatelolco, los responsables murieron o se hicieron viejos, pero ninguno ha pagado ante la justicia la brutal represión ocurrida el 2 de octubre de 1968 contra estudiantes mexicanos que dejó al menos 44 muertos, según cifras oficiales.

La impunidad es la línea que une a estos 40 años en los "que no se ha logrado ni en el tiempo moderno, ni con la experiencia lamentable y la llaga abierta del movimiento del 68, terminar o disminuir a niveles más lógicos de la impunidad que vive el país" dijo a la AFP José Antonio Ibáñez, coordinador del programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.

El 2 de octubre de 1968 a las 18h00 cientos de militares mexicanos dispararon contra los manifestantes cuando unos 8.000 integrantes del movimiento estudiantil se encontraban reunidos en la plaza de Las Tres Culturas (o Tlatelolco) en la capital mexicana.

La refriega duró hasta la medianoche dejando un número aún indeterminado de muertos entre estudiantes, vecinos, militares y policías, así como 2.360 personas detenidas.

La madrugada del 3 de octubre de 1968 un vocero de la presidencia informó que había 20 muertos y 70 heridos, pero los medios internacionales y la CIA registraron en su momento unos 300 decesos y tiempo después el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo que fueron entre 30 y 40 fallecidos.

Los cinco presidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI, 1929-2000) que le siguieron mantuvieron un hermetismo total sobre la masacre y sólo en 1998 se formó una comisión legislativa que llamó a declarar, sin mayores repercusiones, a Luis Echeverría, ministro del interior en 1968 y después presidente de México.

"La investigación más cuidadosa es la que hizo Kate Doyle de The National Security Achive de Estados Unidos que logró documentar 44 casos" dijo, por su parte, el investigador y promotor de la defensa de los derechos humanos, Sergio Aguayo.

La fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Delitos del Pasado, creada en 2003 por el gobierno de derecha de Vicente Fox, investigó el caso.

Como resultado del trabajo de la fiscalía, el ex presidente Luis Echevería es el único que enfrenta un arresto domiciliario por su avanzada edad, pero no por los hechos del 68, sino por la llamada guerra sucia de los años 70.

Díaz Ordaz murió en 1970, mientras que Echeverría por su edad "había perdido el sentido de la realidad y hoy la perdió ya en serio", dice Jacinto Rodríguez, autor de "1968: todos los culpables", un texto que salió a la venta esta semana.

"La mayoría de los militares involucrados ya están muertos, ya murió el (entonces) secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García y muchos otros", agrega.

La fiscalía trató de fincar a Echeverría responsabilidades por el delito de genocidio, pero fue incapaz de acreditarlo jurídicamente.

"Fox obstaculizó a la fiscalía y se comprometió con el viejo régimen para darle una amnistía de facto", aseguró Aguayó.

Esta fiscalía especial fue disuelta en 2006 y el seguimiento de los hechos de 1968 se relegó a una instancia de segundo nivel en la Procuraduría General de la República (PGR).

"El gobierno de (Felipe) Calderón no habla de eso, no creo que esté dispuesto a colaborar" y la evidencia de ese desinterés es que los archivos de la ex fiscalía están desaparecidos y la PGR niega toda información al respecto, agrega Aguayo.

Sin embargo, los mexicanos aún pueden buscar "una justicia a partir de una verdad histórica y saldar la herida con la sociedad", sostiene Rodríguez.

En términos legales los delitos han prescripto, pero no caducaron ni social ni moralmente, y por eso una comisión de la verdad sería lo más adecuado, coinciden especialistas.

Pero también están de acuerdo en que son escasas las posibilidades de que prospere durante el gobierno de Calderón, cuando el ejército está nuevamente en las calles por el combate al crimen organizado, en una guerra que sólo en 2008 ha dejado más de 3.000 muertes.

lp/ol/dk

¿Quiénes fueron los culpables del 68?

Una charla con el periodista Jacinto Rodríguez Munguía.

30 de septiembre 2008 13:00

Tras el movimiento estudiantil en México se han publicado muchos nombres de responsables, desde que inició el conflicto hasta Tlatelolco.

El periodista e investigador Jacinto Rodríguez Munguía, nos hablará de su libro1968: Todos los culpables, donde señala que todos los que vivieron el movimiento tienen su parte de culpa.

 

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            Comentario del Moderador     Hora del mensaje: 13:01

            Buenas tardes, Jacinto Rodríguez Munguía participará con nosotros vía remota. Comenzamos.

 

 

           

           

            Bienvenida Jacinto_Rodríguez_Munguía          Hora del mensaje: 13:02

            Muchas gracias a los lectores y cibernautas de EL UNIVERSAL a este intercambio de ideas sobre el 68 y el 1968: Libro Todos Los Culpables. Gracias por permitirme compartir con ustedes este libro y a sus órdenes para los comentarios y preguntas...

 

 

           

           

            ALFONSO CANSECO         Hora del mensaje: 13:03

            Pregunta

EN QUE SE BASÓ PARA ESCRIBIR UN LIBRO SOBRE HECHOS QUE NO VIVIÓ Y JUZGAR A QUIENES NO CONOCIÓ? QUE LO HIZO ESCRIBIR SOBRE EL MOVIMIENTO DEL 68?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: El libro y su servidor no tiene como objetivo juzgar, si no poner, exponer los elementos documentales y testimoniales de lo qué pasó y cómo pasó. Es una lectura abierta, pero con datos precisos. Más que juzgar es exponer... mostrar.

 

 

           

           

            fernando          Hora del mensaje: 13:06

            Pregunta

Justicia y verdad muchas veces no se llevan. ¿Es necesario insistir con el tema? ¿De qué sirve que nos hablen Álvarez Garín, Della Roca, Martín del Campo el mismo discurso año tras año, si es muy obvio su interés y oportunismo político? ¿No será que los señores hagan realmente algo ya y dejar que los jóvenes juzguen a partir de algo ya tan visto? Me parece necesario sí, que se dé un fin jurídico, sí, y ya no dejar que sea histórico y que las mismas voces sigan el discurso. Que éste se renueve.

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Para llegar a un juicio jurídico, en mi opinión es necesario un juicio histórico. Así ocurrió en Argentina, en Chile, el Uruguay, en Guatemala... Más allá de las actividades de los personajes, se hace necesario un juicio histórico...

 

 

           

           

            LILI     Hora del mensaje: 13:08

            Pregunta

HAY TANTA INFORMACION CON RESPECTO A ESTE HECHO LAENTABLE, PERO REALMENTE ¿LAS AUTORIDADES YA CONOCEN QUIEN, COMO DONDE Y PORQUE SE HIZO ESTA MATANZA? POR QUE ESPERAR HASTA QUE LOS CULPABLES ESTEN YA AL BORDE DE LA MUERTE PARA JUZGARLOS?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Porque esa es parte de las actitudes que como sociedad y como individuos venimos arrastrando. Nos gusta postergar el enfrentamiento de realidades, de conflictos, de problemas que se pude resolver de muchas formas. El proceso de revisión y de apertura de expedientes judiciales contra los culpables no debió tardar tanto. Es parte de nuestra actitud como sociedad, una sociedad que le gusta escudarse en la cómoda desmemoria...

 

 

           

           

            JESUS ROMAN         Hora del mensaje: 13:11

            Pregunta

HOLA, DISCULPE HAY ALGO QUE TODAVIA NO ENTIENDO COMO SE REALIZO EL MODO DESDE QUE SE DIO EL PRIMER TIRO HASTA EL ULTIMO

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Creo que si algún día logramos que se abra completamente los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, podremos tener ese detalle: quién fue el que lanzó el primer disparo, desde qué posición... hoy lo que sabemos es que fue uno de esos 10 francotiradores que mandó el jefe del Estado Mayor Presidencia de GDO.

 

 

           

           

            Carlos Antonio Hora del mensaje: 13:13

            Pregunta

HOla Jacinto, te saluda Carlos Antonio desde Chiapas,mi pregunta es si has encontrado algún tipo de censura en la difusión de tu nueva obra.

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Jajajajaja, no, en esta no.

 

 

           

           

            Arturo Olivo    Hora del mensaje: 13:15

            Pregunta

Buenas tardes Jacinto, te pregunto: ¿Cuál fue la culpa del movimiento estudiantil, o sea, de los estudiantes o qué errores cometieron en su conjunto para culminar en la masacre que todos conocemos?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Los errores que hayan cometido, que seguramente los hubo, no tienen ninguna relevancia para las decisiones que finalmente tomaron los hombres del poder. Ninguno de esos "errores" justificaban una masacre, ni siquera las permanentes represiones... Su "error", en todo caso, fue cuestionar un poder, negarse al silencio, romper con esquemas, irrumpir en la historia, en una historia que estaba también controlada y diseñada por quienes gobernaban su "error" en todo caso fue creer que se podía cambiar esa etapa como lo hicieron...

 

 

           

           

            Armando Balderrama   Hora del mensaje: 13:18

            Pregunta

Estimado Jacinto, ¿consideras qué podemos decir que si hubo un actor principal que tiene nombre y apellido? Me refiero a Luis Echeverría. Lo explicas en tu libro y en tus entrevistas, el caos que habían en los círculos políticos dentro del Estado Priista y dentro de la élite militar, sin embargo Echeverria pudo sortear este momento a favor de su propio interés con miras a su nominación para la presidencia de México? ¿Qué tan culpable es Díaz Ordaz entonces? Has mencionado que los medios masivos también tuvieron participación, sólo con el silencio. Los intelectuales también hiceron lo propio. ¿Qué hay con la iglesia? alguien comentó algo? Gracias por atender a mis preguntas

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Luis Echeverría es el gran personaje, el de un poder invisible que supo e hizo todo para consolidar su inmortalidad. Creo que nos sigue faltando la gran biografía de LEA no solamente por lo que hizo en el 68, sino sobre todo en los años de la Guerra Sucia... Y por supuesto, muchos de los medios de comunicación tendrían que asumir la parte de responsabilidad de que esto haya llegado a donde llegó. Si bien hay responsables directos, el 68 no fue ajeno a la actitud que otros grupos sociales ausmieron: los miedos, la iglesia, los empresarios, la SCJN, los ciudadanos mismos...

 

 

           

           

            Samira Ibarra   Hora del mensaje: 13:21

            Pregunta

¿De donde obtuvo la información documental para la elaboración de su libro, ya que toda la información habida en el AGN fue extraida por la FEMOSPP? y ¿Cual es la opinión de los Lideres del 68 como Álvarez Garín o Luis Gonzalez de Alba (por mencionar a dos de ellos)sobre su libro? reciba un saludo con mucho respeto

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Ni uno solo de los documentos que cito tiene como origen la Femospp, fue proscrito de su agenda de amigos por no aceptar precisamente su información. Durante varios años he consultado archivos que no estaban clasificados y que ni siquiera la Femospp revisó... Ayer me encontré con Alvarez Garín, su comentario es muy bueno, de González de Alba, pues no sé...

 

 

           

           

            rafael mendoza Hora del mensaje: 13:24

            Pregunta

Una duda de entrada: ¿Es en verdad un nuevo libro, producto de una investigación seria y basado en fuentes fidedignas o nada más es otra vuelta de tuerca sobre la información previa, conocida y deformada al infinito, para sacar raja política y económica del aniversario?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Sin duda la mejor opinión es la ustedes los lectores. Uno o la editorial podría decir muchas cosas, pero si esta no demuestra a los lectores que es un buen libro, que aporta lecturas precisas, entonces la publicidad no sirve. Yo esperaría que lo leyeras y saber tu opinión....

 

 

           

           

            Martha Hernandez       Hora del mensaje: 13:27

            Pregunta

Que tal buenas tardes,mi pregunta es en su trabajo de recabar información y testimonios, que opinion le da el sentido que se toca con Antonio Velasco Piña en su libro de Regina. Gracias

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: El libro de Regina es una reconstrucción literaria y creo que hace, nos está haciendo falta más literatura, más trabajo sobre el 68 desde la ficción, quizá desde la ficción podríamos encontrar muchas respuestas a la terrible condición humana que llevó a esos hombres del poder a tomar las decisiones que tomaron.

 

 

           

           

            Jorge Zárate     Hora del mensaje: 13:31

            Pregunta

Jacinto, En que puede ayudar a los estudiantes de hoy conocer la actividad de los muchachos del 68. En tu opinión, en cuanto paralizó esta represión a la sociedad mexicana

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: El 68 mexicano es una descarga social de cosas inamiganables. El México de hoy, en mi opinón, dificilmente se podría entender sin el 68. Más allá de la masacre, que es el fin de una obra trágica y absurda, todo el movimiento estudiantil sembró las claves de muchas de las cosas que hoy disfrutamos...más que paralizar a la sociedad, nos arrebató de la indiferencia con la que como sociedad asumimos los conflictos sociales y humanos.

 

 

           

           

            Asael Grande   Hora del mensaje: 13:35

            Pregunta

Buenas tardes: En el 68 durante el movimiento juvenil, los estudiantes se manifestaron con el rock de protesta, ¿Cómo ve usted aquel movimeinto de los jovenes que se llamó contracultura?, ¿para usted qué es la contracultura del 68?. Gracias.

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: En el efecto, el Rock es una de las expresiones que recorren el movimiento, pero no solamente eso. Creo que en gran medida todo el movimiento es un acto de contracultura, de irreverencia contra una sociedad agazapada en una revolución institucionalizada...

 

 

           

           

            Raúl Salgado    Hora del mensaje: 13:36

            Pregunta

¿Culpables de qué? El desarrollo del movimiento lo conocemos. ¿No sería mejor investigar quién provocó y para qué? quizá así podamos conocer las intenciones del Estado y la derecha ¿No sería mejor reivindicar la importancia del movimiento como el fenómeno cultural más importante del siglo pasado y sacarlo de una vez por todas de la nota roja de la biografía del país? El 68 fue una fiesta, el 68 de los estudiantes fue uno el de los gorilas otro.

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Estoy parcialmente de acuerdo. El 68 es algo más que la masacre, que sin duda es lo más condenable. Es algo más que una nota roja. Considero que todo el movimiento es una tormenta, un huracán, una descarga de manifestaciones culturales impredecibles para lo que sería en las décadas siguientes nuestro país...

 

 

           

           

            Saul García Barrón      Hora del mensaje: 13:37

            Pregunta

El escribir sobre el movimiento de 1968 ¿para que sirve?, si se ha comprobado la impunidad de diversos autores intelectuales de la masacre, ¿es para mantener viva la memoria histórica? , ¿para dar una nueva hipótesis?, ¿cree usted que los estudiantes fueron culpables de ser masacrados?.

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Nunca, en ninguna parte del mundo donde el poder haga uso de la fuerza para contener las expresiones sociales debe quedar sin revisarse una y otra vez. La historia de la humandiad nos ha demostrado que las acciones se repiten. No es solamente mantener vida la memoria, sino quizá es una de las mejores formas de mostrar de lo que es capaz esta criatura llamada ser humano...y quizá sea una de las mejores forma de intentar contener... hay que hacer visibles, cuantas veces sea necesario, los excesos del hombre contra el mismo hombre...

 

 

           

           

            conejo  Hora del mensaje: 13:44

            Pregunta

Sr, Investigador: ¿existen archivos clasificados en el AGN o en alguna otra instancia por los que debamos esperar 12 años mas?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Señor. Hay archivos de esa época en muchos lugares. Un lugar clave es la Secretaría de la Defensa Nacional y en muchas casa de personajes políticos que lucran con expedientes a través de consultorías y claro, claro que no debemos ni tenemos que esperar a que pasen ni 12 ni uno ni dos años... es urgente que se habran YA. Gracias por su pregunta.

 

 

           

           

            Erick Fernández           Hora del mensaje: 13:45

            Pregunta

Hola Jacinto: Antes que nada un cordial saludo y felicitaciones por este texto tan esperado que se suma a tu producción editorial anterior. Sobre la hipótesis tan socorrida en los 70 de la inflitración de la CIA en el movimiento estudiantil,¿hay documentos que apuntalen esta percepción? Un abrazo Erick Fernández

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Claro, existe mucha información del papel de la CIA, pero también de la KGB, de la G-2 Cubano etc. México era sin duda un espacio inevitable para el espionaje. Pero hasta dónde lo que la CIA hizo fue determinante para los cauces del mov estudiantil y el 2 de cotubre, tengo mis dudas. Creo que las respuestas están más en los espacios poco estudiados de los grandes conflctos sociales: la condición humana. A veces pensamos y revisamos la histroia de las grandes decisiones como si estas fueran ajenas a las traciiones, los odios, los miedos, las filias que son propias de hombres y mujeres comunes y corrientes. Gracias Erick.

 

 

           

           

            Arturo Cerda Diaz       Hora del mensaje: 13:50

            Pregunta

Más que una pregunta, quiero mandar una felicitación a Jacinto por su productiva y ejemplar carrera, por su desempeño y su disciplina. Arturo Cerda Díaz

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Gracias Arturo, como digo por ahí en el texto: este libro es de todos, es de gente como usted que hace algo porque este nuestro México deje de contar tantas historias de miedo. Un abrazo.

 

 

           

           

            Rosa María      Hora del mensaje: 13:52

            Pregunta

Buenas tardes. En este momento aún encuentro personas que creen que el movimiento no cambió nada, que no fue nada y que todo el "alboroto" que se hace alrededor de él es debido a la exageración. Usted, ¿qué resumen haría, para quienes creemos que sí cambió la vida en México y, sobre todo, para quienes no lo creen, del Movimiento de 1968?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: El poder mirar al pasado y salir a las calles, gritar, decidir en cosas tan menores como nuestros gustos en la vestimenta, en los cortes de pelo, etc, no se podrían explicar sin la irreverencia de unos jóvenes que un día le dijeron a ese padre autoritario NO. Hoy podemos decir NO a muchas cosas y reconocer que somos distintos, si esto no tiene que ver con el 68, pues que pena. Pero sí.

 

 

           

           

            fernando          Hora del mensaje: 13:55

            Pregunta

Jacinto gracias por tu respuesta. ¿Qué opinas sobre la tesis del posible derrocamiento al gobierno de Díaz Ordaz? Chile lo tuvo después, así como otros países latinoamericanos. ¿No crees que hubieron estudiantes que realmente buscaban una solución extremista?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: En todos los momvimientos sociales hay de todo. Claro que hubo quienes lo pensaron, pero la mejor muestra de que ese no era un fin de los estudiantes del 68, al menos en mi entender, es que la guerrilla que irrumpió en los años 70 no tiene como semilla al 68. Pocos, muy pocos de los del mov del 68 entraron por esa puerta...

 

 

           

           

            Comentario del Moderador     Hora del mensaje: 13:56

            Nuestro invitado responderá las últimas preguntas.

 

 

           

           

            Mario Núñez Mariel     Hora del mensaje: 13:58

            Pregunta

¿Cuál es el contenido del libro en resumen?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Ufffff, en resumen es difícil. Pero es un libro que narra como se fue construyendo un tragedia desde grandes decisiones, pero también desde espacios tan elementales como las filias y las fobias, las traiciones y las deslealtades en todos los órdenes del poder...

 

 

           

           

            eduardo           Hora del mensaje: 13:59

            Pregunta

De acuerdo " juicio Historico " pero en tu opinion quien lo haria , si como dices " Todos Culpables " quien seria el primero en aceptar su responsabilad y poder hablar de frente a la sociedad y nuevas generaciones ?

 

            Respuesta

Jacinto Rodríguez Munguía: Un juicio histórico realizado con paciencia y serenidad, con todo lo que existe, con todas las voces, con lo que nos gusta y disgusta, que no deje nada fuera por muy incómodo que parezca o sea... quién? No sé...

 

 

           

           

            Despedida Jacinto_Rodríguez_Munguía           Hora del mensaje: 14:03

            Gracias por las preguntas y la paciencia. Los espero mañana miércoles en la presentación de 1968: Todos los Culpables. Memorial de Tlatelolco a las 18 horas. Saludos, siempre. Jacinto.

 

 

           

           

            Comentario del Moderador     Hora del mensaje: 14:05

            Agradecemos la participación de Jacinto Rodríguez, así como a todos los que enviaron sus preguntas y comentarios.